El amor no destruye… no lastima… no mata.
– Monólogos que tratan el tema del feminicidio
Con el objetivo de prevenir, sensibilizar y denunciar el feminicidio que se vive y se sufre en México, fue puesta en escena la obra de teatro “Sobrevivientes de mi Nación”, que se presentó el pasado fin de semana en el Centro Regional de Cultura de Cuautitlán Izcalli.
Abigail Carbajal, productora de la puesta en escena precisó que en esta obra se montaron varios monólogos de mujeres que han tenido que enfrentar la realidad de una tragedia en la vida de una amiga, una vecina, una prima, un familiar, etc.
Cada relato nos muestra las formas en que una mujer ha sido sometida al calvario del machismo en México. “El amor no mata” es un monólogo que surgió con el rapto de alguien cercano a mi vida, es una historia triste y cruda que te muestra que la persona que tú amas, es la que se supone te va a proteger, sin embargo, es la que puede apagar tu vida, precisó la productora.
No más feminicidios en México, es una exigencia que impera en la mente de las actrices de esta obra: Ruth Carrillo Hernández, Julieta Pantle Hernández y la misma Abigail Carbajal, quienes con sus diálogos lograron estremecer al público asistente.
El sufrimiento de una madre, una amiga o simplemente de una mujer, se ven reflejados en la obra con frases tales como: “muchos podemos pecar de incrédulos, de indiferentes pero el que no ha perdido a una, no sabe lo que es sufrir”, “el amor no destruye, no lastima, no mata”, “yo no soy una prostituta, a mí me prostituyeron”, etc.
Al término del monólogo subió al escenario Carmen Zamora, una sobreviviente, que radica en el municipio de Ecatepec, por cierto, el más violento del Estado de México y de la República Mexicana en este tema, quién indicó que el escuchar los monólogos la hizo estremecer, el recordar los momentos que ella vivió.
Víctima de abusos y violencia doméstica por parte de su ex pareja la han llevado a vivir ya bastante tiempo de sufrimientos y vejaciones por parte de las autoridades debido a que como ella misma lo dice: “nuestro sistema judicial y los encargados de impartir la justicia están tan corrompidos que las mujeres estamos muy vulnerables a sufrir cualquier tipo de sufrimiento sin que alguien nos defienda”.