Nuestra madre es, sin lugar a dudas, el ser más importante de nuestra vida, como nosotras somos los seres más importantes de la vida de nuestros pequeños. Mamá fue la responsable de cuidarnos todos los días, de alimentarnos, de levantarse por las noches para ver si dormimos como angelitos, nuestra madre fue el primer objeto de amor. De ella dependía nuestra futura salud psíquica, como nuestro comportamiento también va forjando la salud psíquica de nuestros hijos.
Las mamás no sólo están a nuestro lado durante la infancia sino que se mantienen al pie del cañón durante toda la vida. Gran parte de lo que somos lo aprendimos sin dudas de ellas, que siempre están listas para darnos una mano.
No importa si se trata de un problema, si nos agarró fiebre o si simplemente no encontramos las llaves de casa. Solo basta con llamarlas para que vengan corriendo a solucionarnos la vida.
- Cuál el amor incondicional, existe: es el de mamá.
- Te enseñó a ser cortés y amable siempre con las demás personas.
- No importa cuántos años pasen: Para ella siempre vas a ser su nena.
- Ella te enseñó a ser una buena mamá responsable… ¡O a intentarlo!.
- Con su ejemplo aprendiste a disfrutar las pequeñas cosas de la vida.
- Ella siempre sabe dónde están las cosas que pierdes por la casa.
- Te enseñó a que el ahorro es la base de la fortuna.
- Algo muy importante: a tomarte las cosas con seriedad.
- De ella aprendiste las mejores técnicas para que estudiar sea más sencillo.
- Siempre te incentivó a que disfrutes los momentos con tus amigos.
- Para ella lo más importante es tomarse las cosas con “humor”.
- Te enseñó a tener buenos modales a la hora de comer.
- De ella aprendiste que “siempre” es mejor mantener la calma.
- A que ser organizada en la vida es lo más importante.