Este lunes concluyó el plazo para inconformarse y presentar impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Estado de México, si alguno de los candidatos consideró que hubo irregularidades en el proceso electoral.
Han pasado 13 días de las votaciones para elegir al próximo gobernador del Estado de México, y el partido de Morena presentó recursos de impugnación en los 45 distritos electorales de la entidad, luego de la derrota de su candidata, Delfina Gómez, argumentando que hubo múltiples irregularidades.
El líder nacional de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, indicó en un video de sus redes sociales que las demandas se han presentado “con todas sus pruebas y de conformidad con la ley”, en dónde, además, “queremos que se limpie la elección, que se reconozca el triunfo de la maestra Delfina Gómez, que ganó la elección”, apuntando graves irregularidades en los distritos de Atlacomulco, Tejupilco, Ixtlahuaca, Jilotepec y Valle de Bravo.
Por su parte, el IEEM tiene un plazo de 72 horas para hacer públicas las impugnaciones que se presentaron, y si las quejas por los resultados, incluyen señalamientos contra otros partidos o candidatos, las autoridades deben informarles a éstos para que presenten sus alegatos y las pruebas que estimen pertinentes en su defensa.
Las Salas del Tribunal Electoral tienen que resolver los juicios de inconformidad en contra de la elección de gobernador del Estado de México a más tardar el 14 de agosto. Dichas sentencias serán definitivas.
Tomando en consideración la sentencia de los tribunales electorales, el IEEM deberá publicar el cómputo final de la elección para el nuevo mandatario mexiquense, a más tardar el 16 de agosto de este 2017. Esos serán los números definitivos del proceso electoral y comenzará entonces un mes de transición entre el gobernador saliente y el electo.
Conforme a lo establecido, será el próximo 16 de septiembre cuando tome posesión el nuevo gobernador o gobernadora del Estado de México, para el periodo de 2017 a 2023.
Y si, finalmente, se confirma la victoria de Del Mazo, sería un balón de oxígeno para el PRI a quien las encuestas sobre intención del voto sitúan fuera del Gobierno en 2018 por la escasa popularidad del actual presidente, Enrique Peña Nieto.