Solidaridad ante la desgracia

9 estados sufrieron los estragos del terremoto del pasado

martes

38 edificios colapsaron en la Ciudad de México y la ayuda de los mexicanos no se hizo esperar.

Una vez más, la tragedia une a los mexicanos, luego de 32 años del terremoto del 85, un temblor de 7.1 grados Richter sacudió al país el pasado martes 19 de septiembre.

Sin embargo, ni el caos, ni los escombros han vencido a una población que ha resurgido entre las cenizas con un gran espíritu de ayuda.

Las entidades afectadas tras el sismo ocurrido el pasado martes fueron la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala, y el Estado de México. A estos estados se suman Oaxaca y Chiapas que fueron devastados por otro terremoto el pasado 7 de septiembre.

La cifra de muertos hasta el momento, según Luis Felipe Puente, Director Nacional de Protección Civil, es de 230; de éstos, se han registrado 100 en la Ciudad de México, 13 en el Estado de México, 69 en Morelos, 43 en Puebla, 4 en Guerrero y uno en Oaxaca, aunque las cifras siguen variando.

Tras los destrozos que dejó el sismo, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, declaró tres días de duelo nacional y se comprometió a reconstruir los pueblos destrozados.

El pueblo mexicano quedó sorprendido ante el segundo terremoto en el país en menos de dos semanas y el hecho de que el sismo se presentara exactamente el 19 de septiembre, misma fecha del sismo que sacudió a la capital del país en 1985, y luego de que el pasado 7 de septiembre un sismo de 8.1 grados estremeció las entrañas de los estados de Chiapas y Oaxaca, dejando en esa ocasión 98 fallecidos, que se suman a los 230 de esta ocasión.

El poder de las redes sociales

El sismo se registró a las 13 horas 14 minutos y 40 segundos, y se sintió en siete estados, apenas segundos después, los videos y fotografías de las redes sociales empezaron a dejar ver el tamaño de la tragedia, antes siquiera de que las autoridades y los medios de comunicación dieran las primeras noticias. la gente se auto convocó en los lugares en los que se había desplomado un edificio o una casa y empezaron de manera inmediata las acciones de solidaridad entre vecinos y todo aquél que iba pasando por alguna zona siniestrada.

Los protocolos de emergencia actuaron de manera inmediata, la Marina Nacional, el Ejército, elementos de seguridad pública, voluntarios socorristas, sociedad civil, bomberos, se hicieron presentes para brindar ayuda y rescatar con vida a todas las personas que fuera posible.

Cientos de ciudadanos daban pormenores y pedían auxilio a través de facebook, whatsapps, twitter e instagram señalando la ubicación exacta de cada siniestro, en cuestión de segundos llegaban decenas de personas e iniciaban las labores de rescate.

Y entre la locura que se vivía en los estados afectados, se comenzó la revisión de edificios, casas, hospitales y escuelas, que estuvieran dañadas.

La Secretaría de la Defensa Nacional activó de manera inmediata el Plan MX y el Plan DN-III-E en las áreas dañadas para ayudar en las labores de apoyo con las autoridades de Protección Civil. Fueron desplegados más de 3 mil efectivos militares, mujeres y hombres, así como 15 binomios caninos, para la búsqueda de personas atrapadas entre los escombros.

El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), señaló que la cercanía del epicentro con la Ciudad de México y la intensidad fueron las causas por las que la capital del país y la zona del Valle de México resultaron con graves daños.

En el caso del Estado de México, se dieron a conocer que el número de víctimas fue de 13 personas muertas, 67 fueron hospitalizadas, de las cuales 16 permanecen en observación por fracturas o golpes ocasionados por derrumbes, caídas de bardas, cuarteaduras y hundimientos que se registraron en diferentes municipios.

Las calles se llenaron de gente que estaba en busca de familiares que quedaron atrapados en los edificios colapsados, además de los miles de voluntarios que llegaban a los inmuebles dañados para sumarse al penoso trabajo de buscar personas atrapadas que estuvieran con vida y ayudar a remover escombros.

Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al Instituto de Ciencias Forenses, ubicado en la colonia Doctores, en donde se les practicaría la necropsia de ley y como medida de control, fue el único lugar a donde serían llevados para su posterior entrega a familiares.

Ante la gravedad de la situación, comenzaron a aparecer los Centros de Acopio, todo el pueblo mexicano buscó la forma de ayudar con víveres, medicinas, herramientas como palas, picos, cascos, marros, martillos, por mencionar algunas más, con las que se pudiera seguir laborando.

De nuevo, a través de las redes sociales el pueblo de México daba pormenores de los hechos y se comunicaba entre sí para empezar a recaudar víveres, agua, medicamentos, herramientas, y todo lo que ayudara a enfrentar la situación, para solidarizarse con quienes necesitaban ayuda en esos momentos, esa fue la imagen de los mexicanos que dio la vuelta al mundo, la de la solidaridad.

Las listas con los nombres de los lesionados comenzaron a fluir con la finalidad de ubicarlos para que los familiares los localizaran, los albergues para las personas que perdieron todo durante el movimiento telúrico fueron abiertos en las distintas delegaciones de la capital y en cada uno de los estados afectados.

La historia se repitió, quizá en distinta dimensión y con distinta fuerza, pero la ayuda de los mexicanos nadie la pidió, nadie esperó el llamado de nadie. Todos llegaron con sus propias fuerzas, de igual manera como llegó el sismo, que volvió a marcar la vida de todos los mexicanos.

Scroll al inicio