Alimentos y combustibles, los que más incrementos experimentaron en 2017

El aumento osciló entre el 20% y hasta el 50% en algunos productos

El gobierno mexicano permite que cada distribuidor de combustible establezca un precio a discreción, lo que afecta los precios del resto de los productos.

Los precios de algunos productos alimenticios de la canasta básica y los combustibles tuvieron incrementos entre el 20% y el 50% al cerrar el año 2017 y a inicios de este 2018, lo que sigue afectando sensiblemente el poder de adquisitivo de la mayoría de las familias mexicanas a la hora de comprar alimentos, como carne, huevo, frijol, azúcar, frutas y verduras, entre otros.

Los factores que han influido en el aumento de precios han sido diversos, el primero es la inflación de 6.63 por ciento con la que México cerró el año y que ya se está reflejando en el aumento de precios para el 2018.

Destaca el kilo de huevo, que, de acuerdo con el registro de precios de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), esta semana tuvo un alza del 34 por ciento respecto a lo que reportó en enero de 2017, ya que pasó de 24 pesos a un promedio de 34 pesos en la Ciudad de México y el Área Metropolitana, en los primeros días del año.

La propia PROFECO destaca otros productos que igualmente sufrieron incrementos significativos en el 2017 y que estará afectando el poder adquisitivo durante todo el 2018; el precio promedio del kilo del aguacate fue de 42.74; el de la cebolla, 31.28 pesos; el del jitomate, 20.44, la bolsa de dos kilos de azúcar de 49.56, y el del limón de 23.69 pesos.

A su vez, la tortilla se comercializó en un promedio de 11.49 pesos por kilo, con un rango de entre 9.70 y 14 pesos.

La escalada del precio del gas LP también influye en los precios de la canasta básica. El presidente de la Cámara de Comercio (CANACO), Héctor Soto, señaló que el uso de gas en el comercio implica que éstos aumenten los precios de los alimentos para subsanar el incremento que también se dio en el combustible desde los primeros días del año.

De tal modo que el gas LP presentó uno de los mayores incrementos, pues el tanque de 20 kilos se vende en 391 pesos, es decir, 24 por ciento más que en enero de 2017.

Lo mismo pasó con la gasolina, que presentó un aumento de entre 56 centavos, dos y hasta cuatro pesos, en algunas entidades, incrementos que se vieron reflejados en los costos de los alimentos de la canasta básica.

El cambio en los precios de los combustibles se debe a la liberación que permitió el gobierno mexicano y que está impactando directamente en el bolsillo de los mexicanos, pues cada distribuidor establece un precio a discreción, lo que genera una presión a los precios del resto de los productos.

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