El centro de tu hogar: el punto yin yang
En el Feng Shui, el centro de tu hogar se considera muy importante, porque es desde allí dónde las demás áreas de tu casa obtienen su energía. El centro de la casa es la estancia donde se reúne la familia, el lugar que equilibra las energías de los miembros que habitan el hogar.
El centro se llama el corazón del hogar o el punto yin yang. Cuanto más abierto y feliz sea, más felices y abiertas serán las personas que viven en ese hogar. Cuida bien tu centro creando energía vibrante y armoniosa allí. Para ello utiliza elementos de decoración e imágenes que te hablan de felicidad.
Utiliza elementos como madera, agua o fotos
En el lenguaje del Feng Shui, cada área del hogar está conectada a un área específica de la vida. Este área se determina haciendo un estudio de la casa a través de los llamados mapas Bagua, una herramienta que analiza la energía Feng Shui de los espacios.
La energía de la armonía familiar está estrechamente relacionada con el estado del área de salud y bienestar de su hogar. Para decorar esta área usa elementos de madera y agua. Otra posibilidad es la de ubicar estratégicamente fotos familiares felices.
Expresa tu felicidad
En el mundo del Feng Shui, la energía atrae a personas similares, por lo que un hogar limpio, libre de suciedad y cuidado seguramente promoverá una comunicación armoniosa entre todos los miembros de la familia. Acaba con el desorden de una vez por todas y aporta amor y cuidado a la decoración de tu hogar.
Tu vida en orden
En la actualidad hemos perdido la cultura del orden. El cambio sociocultural en el que vivimos nos ha conducido a prestar menos tiempo al cuidado de nuestra casa.
Aunque pueda parecer un problema fundamentalmente estético, el desorden va mucho más allá, pues hace que la energía de nuestra vivienda no se mueva. Nuestra casa es una extensión de nosotros mismos, y la apariencia de la misma refleja el modo en que nos encontramos y también afecta a nuestra economía.
Te invito a que hoy mismo revises los espacios de tu casa y te pongas manos a la obra, verás cómo comienzas a sentirte mejor, cómo tus ideas se vuelven más claras y fluidas, serás más creativo y tu nivel de lucidez aumentará permitiéndote ver fácilmente las oportunidades que se te presenten.
Concéntrate en la limpieza
El polvo, la acumulación, las plantas marchitas, los malos olores, las telarañas y en general, la dejadez y suciedad son una fuente interminable de energía negativa que hace que se detengan todas las buenas oportunidades que te puedan ocurrir. Así que es primordial que ventiles todas las estancias, dejando que se renueve todos los días el aire de tu hogar, que mantengas limpias las superficies y que acabes con todos esos desagradables olores usando aquellas fragancias que más te gusten o inspiren.
Practica el desapego
La mayoría de las personas terminan convirtiendo sus casas en museos, almacenando infinidad de objetos que nunca más volverán a ser empleados. Contar con espacios, incluso habitaciones, llenos de cosas que no se utilizan hace que te estanques y te sientes sin energía, cansada, somnolienta, aletargada, agotada. ¿Qué debes hacer?
Deshacerte de todo aquello innecesario, pues te está frenando y no te permite avanzar hacia nuevas oportunidades.
Arregla tu puerta principal
La prosperidad siempre está en la puerta de entrada. Por ello deberás mantenerla en perfecto estado. Mis sugerencias es que pongas una planta a cada lado de la puerta y mantengas siempre la entrada iluminada puesto que estarás atrayendo las oportunidades y la buena energía. Una vez implementados estas recomendaciones ponte delante de tu casa y pregúntate qué sensaciones te transmite, ¿te invita a entrar? Seguro que la respuesta es positiva.
Tan sólo aplicando estas cuatro reglas basadas en el Feng Shui habrás dado pasos de gigante hacia un modo de vida más cercano a la prosperidad.