Tener una piel perfecta es un deseo que toda mujer quiere hacer realidad, sin embargo, para lograr esto se deben tener prácticas saludables. Se tiene que destinar tiempo, esfuerzo y constancia pues son la clave para alcanzar el éxito. Los buenos hábitos pueden lograr que luzcas una piel joven, suave y luminosa todo el tiempo.
A continuación, te diremos lo que estás haciendo mal en tu rutina de belleza hasta ahora.
1: Exfoliar la piel
La exfoliaciónhace que respire la piel, se estimula la oxigenación celular y se absorben los nutrientes y principios activos de los productos o cremas hidratantes.
Pero, ¡cuidado!, hacerlo más de una vez o dos a la semana causa sequedad e inflamación, destruye células sanas y promueve hiperpigmentación, es decir, aparecen manchas de diferente color al de tu tono de piel.
2: Mal uso de los productos para el acné
Estos productos solo deben aplicarse en la zona afectada. Si los aplicas en todo el rostro pueden secar la piel y causar sobreproducción de aceite, que lejos de solucionar el problema lo agrava. La clave es realizar una exfoliación suave, desinfectar la zona con un astringente natural como el árbol de té e hidratarla.
3: Demasiado contorno de ojos
Un buen contorno ayuda a prevenir y eliminar las bolsas y arrugas que con el tiempo aparecen. Sin embargo, no conviene utilizar en exceso este producto, muchas cremas contienen aceites que no son fáciles de absorber y que se acumulan, provocando granos y aspecto de piel grasa.
4: No utilizar crema solar durante todo el año
El sol es uno de los principales factores del fotoenvejecimiento. Utilizar protector solar previene la aparición de arrugas y manchas en la piel, además previenes el riesgo de evitar alguna enfermedad en la piel.
5: Dormir sin desmaquillarse o hacerlo con toallitas faciales
Se ha demostrado que dormir con maquillaje envejece lo equivalente a 3 días. El maquillaje obstruye los poros, incrementa la posibilidad de sufrir acné y provoca signos de envejecimiento prematuro.
6: Malos hábitos alimenticios
La comida procesada carece de nutrientes esenciales y aporta una gran cantidad de azúcares, sal y grasas saturadas, además, deshidrata. Es uno de los principales factores en provocar arrugas y líneas de expresión.
7: Tóxicos sociales
El tabaco, además de producir enfermedades pulmonares y riesgo de cáncer, destruye el colágeno acelerando el envejecimiento y el alcohol deshidrata y produce flacidez; elimínalos de tu vida.