Cinco libros básicos para entender el feminismo

En tiempos modernos donde se ha deformado el papel del feminismo en consecuencia de la desinformación que abunda en los medios de comunicación, es bueno que tu como mujer te informes y propagues con veracidad lo que es el feminismo y que mejor que adentrándonos en el universo literario con estos cinco imprescindibles para iniciarte en la historia del feminismo. Lee, piensa y elige tu propia aventura.

‘Feminismo para principiantes’, de Nuria Varela (2019)

Un indispensable que debería ser lectura obligada en los institutos. ¿Quiénes eran las sufragistas? ¿De dónde sale el feminismo radical? ¿Cómo y dónde surge la expresión “violencia de género?” ¿Qué relación existe entre el feminismo y los accidentes de tráfico? ¿En qué consiste la masculinidad? En la edición actualizada de Feminismo para principiantes, Nuria Varela se plantea estas y otras preguntas en un libro que repasa tres siglos de historia del feminismo. De lectura rápida, ligera y apasionante es un libro que planta la semilla de curiosidad para hacernos leer muchos más.

‘Todos deberíamos ser feministas’, de Chimamanda Ngozi Adichie (2015)

Este librito de apenas 70 páginas recoge la charla que la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie dio sobre lo que significa ser feminista en el siglo XXI y por qué este movimiento de igualdad no es, ni mucho menos, solo cosa de mujeres. “Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo. Un mundo de hombres y mujeres más felices y más honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma.”

‘Una habitación propia’, de Virginia Woolf (1986)

La clave está en la independencia económica. Esto ya lo dijo Virginia Wolf en 1928. Por aquellas fechas ya hacía 9 años que la mujer había alcanzado con muchas complicaciones el derecho al voto en Inglaterra, y a Virginia Wolf le ofrecieron dar unas charlas sobre mujer y novela. Ella, sin darle mucha literatura al asunto, hizo una reflexión práctica que aún tiene vigencia: lo que una mujer necesita para escribir buenas novelas es independencia económica y personal, es decir, una habitación propia.

‘La mística de la feminidad’, de Betty Friedan (1963)

En los años 50, conseguidos algunos avances para las mujeres como el derecho al voto, a la educación superior y su inclusión en el mercado laboral en Estados Unidos se produjo un retroceso repentino. Los hombres volvieron de la Segunda Guerra Mundial, recuperaron sus puestos de trabajo y formaron jóvenes familias en las que el papel de las mujeres era indefectiblemente el de esposas y madres. Betty Friedan pasó de ser una de estas amas de casa a ganar el Pulitzer con este ensayo en el que explora como la maternidad y el rol de “ángel del hogar” resultaban alienantes para las mujeres con educación superior de su generación. En su ensayo, uno de los textos fundacionales del feminismo moderno, Friedan habla del “malestar que no tiene nombre”, esa mezcla de depresión, ansiedad y sensación de vacío que poseía a las mujeres que se sentían encerradas y poco realizadas en su papel de esposas y madres. 

‘Política sexual’, de Kate Millet (1970)

Lo revolucionario del ensayo de Kate Millet es que por primera vez establece una relación fuerte entre sexo y política. Política sexual se divide en tres grandes partes. La primera gira en torno a la afirmación de Millet de que el sexo es inseparable de lo político. La segunda es una suerte de historia de las relaciones sexuales tradicionales, experimentada a finales del siglo XIX y principios del XX. En la tercera parte Kate Millet se centra en las consideraciones literarias estudiando la obra de autores de esta época.

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