El término servidor público, en cada administración, tiene significados diferentes según la moral o conveniencia de quien ostente un cargo. En Cuautitlán Izcalli he conocido buenos servidores públicos, que agotan instancias y se convierten en los “latosos” o hasta son mal vistos, solo por buscar el beneficio de la población. Aunque no lo crean, todavía los hay.
Y también veo, lamentablemente, personajes que mienten, ignoran, obstaculizan trámites, perjudican al ciudadano, se saltan al Cabildo, se enojan y cuando están frente al Presidente Municipal, fingen ser amables y estar interesados en dar cauce a las peticiones que hacen quienes, con el pago de sus impuestos, les permiten llevar la comida a casa. Lo que se entiende entre líneas, es que son esos que se sirven, pero no sirven.
Cuando me encuentro con los funcionarios cumplidos, pregunto cómo les va en la actual administración, esta que viene con la bandera de la no corrupción, de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. La respuesta, para no marear tanto: también tienen trabas. ¡Y eso que salieron del mismo partido!.
Las áreas mencionadas de forma constante son las direcciones generales de Servicios Públicos, Desarrollo Metropolitano y Comisaría de Seguridad Pública, esta última con el anterior Comisario y que ningún elemento respetaba por no tener formación policial; y las dos primeras que, sorprendentemente, no han cambiado de titular desde el 2019 a pesar de los señalamientos de Síndicos, Regidores y vecinos del municipio que se quejan de malos tratos y nulas respuestas a sus peticiones.
Si no les dan de baja a los sujetos en cuestión, es porque existe la posibilidad de que mientan al presentar cifras alegres sobre presuntos resultados obtenidos. Ahí está el ex Comisario, que dijo haber logrado la reducción de incidencias delictivas y no es cierto. Al hacer una comparación de las cifras reportadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública del 2019, 2020 y al corte de agosto del 2021, los delitos al alza son: homicidios dolosos, abuso sexual, acoso sexual, violación, robo a casas, a transporte público, a transeúnte, a negocios, violencia familiar y violencia de género. A la baja están los feminicidios, robo de vehículos, secuestro y robo a transportista. Pero él tenía otros datos y se fue, argumentando motivos personales y con el nuevo responsable del área, se notan avances con detenidos por delitos de alto impacto. Veremos cómo cierra el año.
En cuanto a Desarrollo Metropolitano, los ediles han denunciado que se los brincaron para los cambios de uso de suelo y cuando solicitan saber cuántos y de dónde se autorizaron, no les responden. Tampoco se ha visto a la luz un proyecto para la actualización del Plan de Desarrollo Urbano Municipal; el que usan es del 2013 y, en teoría, debe renovarse cada tres años y a esta administración le quedan dos meses y medio. Y sumemos los dos proyectos de pavimentación fallidos, uno en Avenida Torre Omega y el otro de Río Bacabachi; ambos suman un daño al erario superior a los 13 millones y medio de pesos.
De Servicios Públicos, líderes de colonias y fraccionamientos ven disminuida la recolección de basura, tema que por cierto se realiza en algunas zonas con camiones arrendados en la administración priísta de Víctor Estrada. Y si bien se compraron recientemente 16 camiones para equipar al área, no han diseñado una estrategia eficaz, basta pararse en los parques para ver los botes llenos de bolsas que los vecinos van a dejar porque ya no tienen a dónde llevarla. O los camellones cuando podan, los desechos ahí permanecen hasta por dos semanas. Y del tema del alumbrado público podríamos seguir, pero será el 21 de octubre cuando pueda conocer la información sobre la última adquisición de luminarias, en respuesta a una solicitud de transparencia ingresada el 13 de septiembre y que por diversos motivos, se aplazó.
En fin. Me queda claro que las irregularidades las vemos también en la que se hace llamar la cuarta transformación, por lo que no es un tema sobre qué partido “gobierna” mejor sino de los intereses personales.