Hace 15 años la vida de Julio César Hernández cambió por completo, luego de sufrir un accidente en una motocicleta que provocó que perdiera la pierna izquierda. La condición física no le impidió superarse, pues decidió sumarse a un grupo de ciclistas en el 2018 tras aceptar, no muy convencido, la invitación de un amigo.
A sus 41 años de edad Hernández afirma que al intentarlo, le gustó tanto que ya no quiso bajarse de la bicicleta. El trayecto más largo que ha recorrido es un aproximado de 110 km desde Plaza San Miguel, en Cuautitlán Izcalli, hasta el Pueblo Mágico de Aculco, también del Edomex.
Hernández asegura que fue un verdadero reto, no tanto por la ruta, sino por el desafío del clima que cambiaba constantemente. “Me devolvió la libertad”, señaló para puntualizar que implementar esta actividad deportiva en su vida le ha traído muchos beneficios, además de tener la oportunidad de conocer mucha gente y lugares nuevos en México a los que creyó que nunca llegaría.
Asimismo, le ayuda a distraerse de su entorno cotidiano y se divierte en el proceso, algo que le recomienda a todos que apliquen en su vida sin importar si se tiene alguna discapacidad, que se animen e intenten subirse a una bicicleta o practiquen un deporte.
“Yo soy el ejemplo de que sí se puede”, enfatizó, sin dejar de lado que se debe tener constancia para no perder la condición.
Actualmente pertenece a un colectivo de ciclistas en Cuautitlán Izcalli llamado “Velocity Bikes”, con los que ha recorrido grandes distancias en diferentes rodadas, de igual forma, la invitación está abierta a toda persona para que se unan a los próximos eventos que tendrán