Así fue la labor de los perritos rescatistas de la UNAM en el 19S del 2017

Hace 5 años, para Julio Velázquez comisionado del programa Manejadores de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM, el día empezaba de una manera distinta pues aquel temblor de 7.1 en la escala Richter, hizo que la ciudad colapsara. Para este grupo la emergencia estaba en la zona de Viaducto y avenida Cuauhtémoc, en la que empezaron a trabajar junto a sus caninos en un edificio que se cayó en la colonia Roma, recibiendo las tareas de orden y coordinación, las cuales son de suma importancia tras una tragedia como esta.

Para que un cachorro pueda cumplir con su función dentro del proceso de rescate, es de suma importancia que esté bien entrenado y que su dueño esté capacitado para su manejo. Es por ello que las instalaciones de la unidad de CU son de gran importancia, ya que recrearon una zona de desastre que cuenta con las características de una emergencia real, esto con el fin de que el perro pueda entrenar su nariz y pueda adentrarse a las superficies que difícilmente se puede.

La idea de que el perro rescata está un poco fuera de contexto, pues el animal cumple la función de llegar y localizar un punto para verificar si en realidad se encuentra alguien en el lugar. Posterior a eso, entra la gente que hace la labor del apuntalamiento de las estructuras, otros que penetran las estructuras, los que dan la atención prehospitalaria y todo eso es lo que se realiza en un proceso de rescate.

Baco, Gala y Hueso, son tres de los cachorros que estuvieron trabajando durante el sismo de 2017, ayudaron en el rastreo de personas atrapadas en diferentes zonas. Julio reconoció el trabajo de sus perros “estuvimos en muchos lados, en ese tiempo mi director estaba en el C5 ahí en Centro de Control de la CDMX le pedían a los perros en distintos puntos. Al principio las activaciones eran casi siempre día y noche, todo el día, dormíamos un poco y luego nos movíamos a otro punto”.

Gran parte del equipo de la Unidad Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM son voluntarios junto con sus perros, y la mayoría son alumnos de la universidad que llegan gracias a las convocatorias que se publican cada año. Para formar parte de su equipo debes tener vocación y disciplina, dos características fundamentales para esta gran labor.


Fotos: Roberto Barco Celis/ Sol de Toluca

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