Una adulta mayor, de nombre Hortencia es una enfermera oriunda de Tultitlán, víctima de tres intentos de feminicidio por parte de su sobrino Juan Carlos, además de ser agredida por otros dos de sus sobrinos y su hermano, ¿la razón? un presunto deseo de apoderarse del inmueble, del cual es dueña.
La agresión que se observa en las imágenes, la señora señaló que fue ahorcada con el antebrazo y perdió la consciencia, “cuando reaccioné estaba tirada en el suelo”, contó para Periódico de Izcalli.
La víctima señaló que, desde el primer intento, realizó su denuncia en el Centro de Justicia para las Mujeres con sede en Cuautitlán Izcalli, donde le tomaron las declaraciones, pero no hay avance en el caso, derivado de ello, han ocurrido las otras dos tentativas de feminicidio. Sin embargo, las autoridades hacen caso omiso, pues Hortencia narró que el delito no puede ser tipificado como feminicidio en grado de tentativa porque no se presentó con lesiones visibles.
En una de las agresiones, su hermana también fue golpeada por Héctor uno de sus sobrinos, misma que apuntó: “Me pegaron por defenderla a ella, de hecho, el que me pegó dijo que el ‘pedo’ no era conmigo, es con esa pendeja, ya me tienen hasta la madre y ahora sí se las va a cargar la ‘chingada’”.
Todos los agresores tienen su domicilio en Tultitlán, uno de ellos se encuentra a tres cuadras del domicilio de Hortencia. Pese a ello, la Fiscalía sólo otorgó como medida de protección una orden de restricción y patrullaje cerca de su casa, pero en ninguna ocasión los oficiales se han presentado. De hecho, en uno de los ataques, tuvieron que llamar a la policía de género porque la policía municipal de Tultitlán no quiso detener a los presuntos culpables, argumentando que eso no le correspondía a su área.
La familia sospecha que su caso pueda estarse viendo afectado por influencia que tiene el padre de los señalados, pues uno de sus conocidos fungió como Comisario Ejidal en Tultitlán, en la administración 2013-2015, ante ello, presumen que pudiera estar contribuyendo al despojo del terreno, pues incluso la señora Hortencia tuvo que levantar un acta porque sus documentos de compra-venta se perdieron de forma muy extraña.
Finalmente, doña Hortencia pide que las autoridades hagan su trabajo, porque teme por la seguridad de quienes cohabitan su casa, a quienes también han agredido cuando van por la calle, ya que desde el mes de enero no hay un avance significativo en su caso.
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