Por Rodrigo Santillán
México es un país rico en recursos naturales, y uno de los sectores clave para su aprovechamiento ha sido históricamente la minería. Nuestro país ocupa un lugar destacado en la producción de metales preciosos: es el mayor productor de plata del mundo y el noveno productor global de oro. Sin embargo, junto con esta actividad económica viene una gran responsabilidad ambiental.
Para dimensionar su impacto, basta con considerar que cerca del 60% de la exploración minera en México se destina a la extracción de oro. Este metal precioso requiere de un proceso intensivo en recursos y energía: para obtener una sola onza de oro, se utilizan en promedio 40 kilogramos de explosivos, se consumen entre 150,000 y 200,000 litros de agua, y se generan aproximadamente 650 kilogramos de dióxido de carbono (CO₂), además de otros gases tóxicos. La actividad minera también representa un gran consumo hídrico debido a la generación de drenaje ácido, lo cual puede contaminar cuerpos de agua superficiales y acuíferos subterráneos, agravando los problemas ecológicos en diversas regiones del país.
México produjo en 2023 un total de 76,826.65 kilogramos de oro, según el Anuario Estadístico del Servicio Geológico Mexicano. Si tomamos en cuenta que por cada kilogramo de oro se requieren aproximadamente 5,000 litros de agua y se generan 16.25 kilogramos de CO₂, entonces la producción nacional de oro en ese año implicó un consumo estimado de 3,826,303 litros de agua y la emisión de más de 1,248 toneladas de dióxido de carbono. Estos datos permiten dimensionar el impacto ambiental en estados como Zacatecas, Sonora, Guerrero, Durango y Chihuahua, principales regiones productoras de este metal.
Anuario Estadístico de la Minería Mexicana.
Al mismo tiempo, no se puede ignorar el papel que la minería juega en la economía mexicana. En 2023, el sector generó 263,391 millones de pesos a precios de 2018, lo que representó el 2.7% del Producto Interno Bruto nacional. Además del oro y la plata, los metales ferrosos representan otro pilar importante de esta industria, con un valor de 104,655 millones de pesos, equivalente al 40% de la producción minera nacional. Entre ellos destaca el cobre, donde México ocupa la novena posición mundial, con una producción de 54,159 toneladas.
Si bien la minería es una industria clave para el desarrollo económico del país, su impacto ambiental —como la emisión de más de 1,200 toneladas de CO₂ derivadas únicamente de la producción de oro— obliga a repensar sus métodos y a buscar alternativas más sustentables. La implementación de tecnologías limpias se presenta como una gran oportunidad para avanzar hacia un modelo productivo que sea económicamente viable y ambientalmente responsable. Desde un enfoque sistémico, hay dos elementos críticos que deben atenderse: la gestión y reducción del uso de agua, y la mitigación de emisiones de dióxido de carbono y otros residuos tóxicos. En próximas columnas abordaremos el caso de una startup mexicana que está desarrollando soluciones tecnológicas para enfrentar precisamente estos desafíos, y que promete marcar un antes y un después en la industria minera nacional.
Referencia
- Asísevelamineríaenmexico.org
- Anuario Estadístico de la Minería Mexicana, Servicio Geológico Mexicano, Edición 2024
- INEGI-Minería
Mi nombre es Rodrigo Santillán, originario de Cuautitlán Izcalli, lo cual ha sido parte fundamental de mi conexión y compromiso con el medio ambiente. Soy Ingeniero Civil egresado de la UNAM, especializado en la evaluación financiera de proyectos de infraestructura, área en la que me desempeño como analista de concesiones desde hace cinco años.