La tinta indeleble se inventó en México

Filiberto Vázquez Dávila ha marcado el dedo de cada votante desde 1994

Algo que caracteriza cada proceso electoral en México es la marca de tinta que se realiza en nuestro pulgar después de ejercer nuestro derecho a votar. Es una práctica que se realiza desde 1994 y que se replicó en otro países de América Latina. Fue creada en México por Filiberto Vázquez Dávila, un Ingeniero Bioquímico egresado de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Realizando su maestría en Química Analítica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

No pinta, pigmenta

Todo inició cuando el Instituto Federal Electoral (ahora Instituto Nacional Electoral) lanzara una convocatoria para crear una tinta indeleble para las elecciones de 1994, así que decidió trabajar en algo que cambiaría las elecciones en México. Realizó unos experimentos con alumnos, entregó la muestra en el instituto, quien la envió a varios laboratorios y casi un mes después le notificaron que era el ganador, destacando que tenían otros productos de Inglaterra y Japón, pero la tinta del mexicano era la única que no se podía eliminar.

La clave de su invento es que al colocarse en la piel cambia el color de la misma, haciendo que sea imposible borrarlo, menciona que la única manera sería eliminando una capa de piel con instrumentos, como un cuchillo o un pelador de papas. Otro elemento que consideró fue que al usarse en una parte extensa de la piel donde no hubiera terminaciones nerviosas, no existirían quejas de ninguna persona.

El hecho es que no pinta, sino que pigmenta la piel mediante una reacción química con la epidermis, haciendo una marca que puede durar de tres a ocho días, dependiendo del tipo de piel.

El pigmentador se encuentra hecho a base de ácido acético que le permite poder penetrar la piel, mientras una parte se evapora, no es tóxico y tarda 15 segundos en secar.

La fórmula se trata de un secreto industrial que no se puede patentar, ya que al hacerlo se tendrían que dar los detalles de su elaboración.

Al parecer, el hecho de que se realice en el IPN le da la confianza a los mexicanos, al ser una institución de educación y su obligación es actuar de manera científica y correcta.

El objetivo en cada proceso es claro: la marca le tiene que durar durante toda la jornada electoral, para que no exista una posibilidad de que pueda votar dos veces.

Para el proceso electoral de 2018 se elaborarán entre 30,000 y 40,000 litros del pigmento. Desde su creación el IPN ha vendido entre 25 y 30 toneladas a otros países para sus elecciones.

Actualmente esta tinta se usa en en casi toda Centroamérica.

Fuente: www.xataka.com.mx

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