El trastorno orgásmico femenino es la ausencia o retraso constante del orgasmos luego de una excitación sexual normal. Esto dependerá de factores personales, pero también se vincula con la edad, la experiencia sexual y la estimulación que recibas. Por este motivo se recomienda consultarlo con el ginecólogo ante cualquier síntoma y duda que se tenga, o bien, informarte sobre el tema.
Las características de este trastorno pueden alterar desde la imagen corporal hasta la autoestima en tu relación de pareja. Se debe tener en cuenta que esto suele darse en las mujeres más jóvenes, ya que cuando una mujer consigue llegar a un orgasmo es más inusual que pierda esta sensación con el pasar del tiempo. En cambio las mujeres jóvenes, debido a la falta de experiencia, quizás tarden más en llegar a descubrir qué cosas les producen un orgasmo.
Hay que tener en cuenta que la capacidad orgásmica femenina aumenta con la adquisición de la experiencia sexual, por ello es un trastorno más prevalente en mujeres jóvenes. Cuando una mujer aprende a conseguir el orgasmo, es poco frecuente pierda esta capacidad, a no ser que exista una comunicación sexual pobre, problemas de relación con la pareja, un acontecimiento traumático (una violación), un trastorno del estado.
Este trastorno no se trata de una enfermedad médica, pero es recomendable que acudas a un especialista si sientes que algo no está bien en ti. Probablemente no sea nada para alarmarse, pero definitivamente es algo que genera que te pierdas de uno de los placeres más satisfactorios que puede ofrecerte la vida.