La manifestación del arte a través de la mirada de Daniel Bravo

Daniel Bravo ha recorrido un largo camino en el mundo del arte y lo ha hecho con éxito, pues ha presentado sus obras en diversos lugares como en las galerías de arte  en Ciudad de México, así como en Berlín, Alemania; Praga, República Checa; y Estados Unidos, en San Diego y Las Vegas. 

El vecino de Cuautitlán Izcalli nos platica cómo ha experimentado y vivido la situación derivada de la pandemia del Coronavirus en su carrera como artista, toda vez que las galerías de arte tuvieron que cerrar.  

Para Daniel, el término “cuarentena” no es nuevo, ya que relata que la vida de un pintor suele ser diferente y por lo mismo, tiende a pasar largas horas enclaustrado frente al lienzo; actividad que le hace perder la noción del tiempo.  

Por otra parte, los efectos negativos de esta nueva normalidad radica en que los proyectos sociales y culturales que tenía contemplados se detuvieron y también, el material que utiliza para elaborar sus obras, debe pedirlos en línea o comprar por mayoreo con anticipación. 

Otro efecto de lo que se vive actualmente, fue el cierre de foros culturales que ocasionaron cierta incertidumbre en muchos artistas, sin embargo, para el izcallense esto no significó un obstáculo a vencer; ya que menciona que en los 12 años que lleva de trayectoria, ha aprendido que el arte no necesariamente requiere de espacios para presentarse, pues refiere que el hogar puede ser el foro y el internet un catálogo.  

Además, él mismo genera estrategias para llegar a su público meta y comenta que esto es una de sus grandes fortalezas que lo impulsan a seguir viviendo del noble oficio de pintor.  

La contingencia también trajo una ola de problemas secundarios al virus, como la depresión, ansiedad, estrés, etc., y para Daniel el canal que ayuda a transmitir y poner bajo la lupa el estado mental es a través de la pintura, misma que expone ante los ojos de cada persona las emociones que se experimentan en ese momento y que genera una exploración y una confrontación del yo.  

La pintura no puede ser un pasatiempo ni una distracción en esta cuarentena, pues en palabras textuales de Daniel Bravo, “la pintura es una manifestación de los muchos lenguajes del arte, y para hablarlo hay que practicarlo constantemente; es renacer, balbucear, gatear de inicio, pero con los oídos bien atentos para escuchar, ojos para observar, la mente abierta para aprender y conectarlo a tus sentidos para expresarlo”. 

“Es todo menos distracción, es ordenar tus pensamientos, despojarte de lo innecesario y disciplinarte en una técnica hasta manejarla con habilidad. Cuando consigues eso, no te habrás distraído ni dejado pasar tu tiempo, habrás dado el primer paso para confrontar y exponer tu realidad y entonces sí trabajar en tu depresión, ansiedad e incertidumbres, pronto estarás lejos de donde comenzaste y un poco más en contacto con Dios”.  

Si quieres conocer más de cerca a este artista y sus obras, lo puedes seguir a través de sus redes sociales.  

Facebook: Daniel Bravo. Info 

Instagram: @Danart2111 

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