Debido a que el semáforo epidemiológico se alargó una semana, restauranteros salieron a manifestarse, hecho al que se le ha denominado como “El cacerolazo”, como protesta a que ya no pueden continuar cerrados; al menos mil negocios en el Estado de México y en la #CDMX decidieron bajo su propio criterio reabrir sus puertas para recibir clientes.
“Aunque no lo hemos alentado, muchos han decidido abrir en ambas entidades por la desesperación de generar un ingreso. Algunos ya recibieron visitas de la autoridad y los están invitando a cerrar, en la entidad aún no hemos tenido clausuras. Cada empresario bajo su riesgo decide qué hacer”, refirió Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar) del Estado de México.
Los restauranteros no están pidiendo que cambien el semáforo, sino que solo los dejen trabajar con las medidas sanitarias preventivas ya que deben pagar luz, renta y sueldos.
“Cada negocio que cierra deja sin trabajo a seis personas. Actualmente 300 mil empleos directos dependen del sector en la entidad, aunado a la cadena de proveeduría del sector”, comentó González Suárez.
Mientras tanto, Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en el Estado de México (CANIRAC), expresó que casi 20 mil fuentes de empleo tanto en centros comerciales y cadenas de suministros se han declarado en quiebra.
“No podemos permitir que nuevamente nos estén aplazando cinco días, 10 días y así de manera indeterminada como sucedió la vez anterior que llegamos a 100 días, lo cual se llevó consigo el patrimonio de miles de familias, privilegiaremos siempre el diálogo y lo llevaremos hasta las últimas consecuencias, pero esta ya es una situación insostenible”, sostuvo Massud Martínez.