Hay una enorme diferencia entre que te guste lo que haces y ser una esclava de tu trabajo.
En la actualidad hay un sinfín de tareas a desempeñar de manera diaria en las que dispones gran parte de tu tiempo, actividades que se han convertido en una rutina en la que de una manera u otra debes de encontrar la alternativa para hacerlas con menos tedio, una de ellas es el trabajo, en donde, en ocasiones, deja de ser sólo una fuente de ingreso para convertirse en tu otra vida, a continuación presentamos algunos puntos que dejan claro si aprecias o estás encadenada a tu trabajo:
- Eres la primera en llegar y la última en irte El pretexto perfecto es que puedes aprovechar el silencio y trabajar más y mejor cuando no hay nadie.
- Dejas de lado el tiempo para alimentarte: Comes mientras realizas trabajos pendientes para no perder más tiempo al hacerlo, aprecias cada minuto de tu día.
- Restas importancia a fechas o asuntos personales: Te enfocas en tu trabajo sin darle gran prioridad a reuniones familiares, salidas con amigas, si hay necesidad de quedarte otro rato en la oficina lo haces sin pensar en lo demás.
- Te exiges lo máximo: Nunca sientes que es suficiente lo que haces, resaltas tus errores y debilidades y restas importancia a tus aciertos y virtudes.
- Tu tiempo libre es dedicado a trabajar: En vez de aprovechar y disfrutar el tiempo fuera de la oficina, te encargas de realizar avances que te mantengan al día con tu trabajo en vez de hacer ejercicio, leer un libro o ver una película.
- Tu humor no es el mejor cuando estás alejada de la oficina: Tu mundo es el trabajo y nada más que eso, fuera de ello no existe nada, consideras tiempo perdido en días festivos o descansos obligatorios.
- Las vacaciones igual a trabajo: Prefieres estar segura de que no haya pendientes ni dudas por resolver del trabajo antes de disfrutar y darte tiempo para ti, incluso sufres y te estresas cuando estás de vacaciones, si es que llegas a tomarlas.
- No hay horario de oficina suficiente: Sin importar la hora siempre estás disponible cuando necesiten de ti, aunque la situación pueda esperar para el día siguiente.
Si te sentiste identificada con más de 3 puntos, eres una “workaholic” extrema. El mejor consejo es dedicar el tiempo necesario para tu vida laboral sin olvidar el aspecto personal, no te presiones, dedícate a disfrutar y olvida todo los pendientes para cuando regreses a tus labores, si no lo haces, el estrés se apoderará de ti y las consecuencias pueden ser mayores.