El inicio de una vida independiente

De la discapacidad a la normalidad

María Elena García Decan,  contrajo nupcias con Juan Puga.

María Elena García Decan de 34 años de edad, mejor conocida como “Helen”, ahora exalumna de CAPACITACION Y DESARROLLO INTEGRAL A.C. (CADI), quien al tener un trastorno del desarrollo intelectual ha logrado uno de sus más grandes sueños, aunque cualquiera lo hubiera creído imposible; ¡Ha contraído matrimonio!

El pasado 15 de Julio contrajo nupcias con Juan Puga, quien como ella presenta el mismo trastorno.

Esta historia de amor comenzó gracias a CADI, Institución dedicada a la inclusión integral de personas con discapacidad intelectual a la comunidad, fundada en 1984 por el Dr. Gregorio Katz Guss y Guillermina Rangel Eudave, siendo así el primer centro de vida independiente en América latina.

Durante su estadía en CADI, Helen participó en el evento deportivo “Olimpiadas Especiales”, viajando al estado de Morelos, compitiendo en basquetbol, donde conoció a Juan, también participante de dicho evento.  A partir de ese momento Helen narra que se interesó en él y fue así que comenzaron una bonita amistad, intercambiando números telefónicos y comunicándose a través de este medio. Al pasar del tiempo empezaron las visitas de Juan a CADI para poder verla, sin importar la distancia ya que él vivía en la CDMX; fomentando así un vínculo afectivo que se convirtió en amor, deseando así llevar su amistad a una relación de noviazgo y posteriormente a una nueva etapa: “el matrimonio”.

Todo este proceso llevó un seguimiento terapéutico por parte de CADI ofreciendo apoyo en los altibajos de la relación, enseñando la vida en pareja, así como resolviendo las dudas que se generaban.

Cabe señalar que Helen llego a CADI en situación de orfandad a los 16 años, en 1999, presentando problemas conductuales como opocisionismo a la autoridad, nula adaptación al programa, así como falta de socialización y tolerancia a su nuevo hogar. “Al principio quería huir, por eso me comportaba de esa manera”, menciona Helen.

Yo creo que ella tenía mucho miedo y tristeza por lo que había vivido antes”, relató una de las terapeutas colaboradoras en la institución.

Cambio de actitud; cambio de vida

Cuando ella me buscaba para platicar, me pude percatar de que habíamos hecho ‘clic’ y eso me permitía apoyarla mucho más”, mencionó otra de las Terapeutas.

De esta manera, a través de la alianza afectiva, se generó un vínculo de confianza hacia sus compañeros, terapeutas y la propia institución que le permitió exteriorizar sus emociones y sentimientos. Gracias al esfuerzo del equipo terapéutico y mediante la constante reflexión de sus conductas pudo establecer una estructura de vida basada en reglas, hábitos, comunicación y eficaz adaptación.

Helen reconoce que su conducta y actitud han cambiado notablemente, se sintió motivada al tener la oportunidad de incluirse en un ámbito laboral dentro del Centro Terapéutico Interdisciplinario como auxiliar educativo.

 “En el trabajo me enseñaron a tratar a niños más pequeños que también tienen discapacidad, gracias a eso he madurado, ahora trato mejor a mis compañeros y ha mejorado la comunicación con ellos”, compartió Helen.

Ella lleva trabajando ahí cerca de 8 años, lo que la hace sentir funcional, plena, digna e independiente.

 “Yo creo que su experiencia de vida aquí ha sido muy destacada”, explicó uno de sus terapeutas, “ha llegado a ser lo que es ahora, una gran mujer; le ha costado trabajo, pero lo logró, actualmente es responsable, trabajadora y yo creo que le irá muy bien”, comento otra de sus Terapeutas.

CADI es su hogar y su familia, las personas que ella más admira y su ejemplo de vida son el Dr. Gregorio Katz, su esposa Mina y la hija de estos, la Lic. Gina Katz, Directora de CADI, quienes le han dado ese deseo de superación y motivación para vivir de manera autónoma.

Por tal motivo los eligió como testigos de su unión con Juan en la ceremonia del registro civil, en la que también pudieron compartir su alegría con la familia CADI, compañeros de trabajo y algunos graduados del programa.

“Soy una persona que está cumpliendo sus metas, algunas de ellas son casarme, seguir trabajando, hacer las cosas que me gustan por mí misma y disfrutar de la vida plenamente, sin importar las limitaciones que pueda tener”, concluyó Helen.

 Helen un caso de éxito

Sus compañeros, terapeutas y directivos de CADI, desean a Helen una vida plena, llena de felicidad y éxitos personales en su nueva etapa como mujer.

 

 

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