La Procuraduría Federal del Consumidor informó a través de un comunicado que las colegiaturas sí deben de pagarse, pues la emergencia sanitaria no es pretexto ni libera al consumidor de sus obligaciones de pago, al no recibir clases a consecuencia de una causa de fuerza mayor.
Sin embargo, por la contingencia pueden encontrarse vías para flexibilizar los pagos, como reducir cuotas o dar meses sin intereses. Lo anterior ya que en algunos casos las clases son virtuales y se reducen gastos de luz, agua y otros insumos en los planteles.
“Es conveniente que las escuelas y los padres de familia o alumnos, puedan conciliar y acordar condiciones de flexibilidad para realizar los pagos, que pueden ir desde parcializarlos, meses sin intereses, cuota reducida o alguna otra modalidad que sea conveniente a las partes”, sostuvo el titular de la PROFECO, Ricardo Sheffield Padilla.
Además, señaló que los casos deben tratarse escuela por escuela y hasta atender situaciones en particular de alumnos. Las instituciones educativas, dijo, cuentan con los medios virtuales para poder conciliar con los consumidores sin necesidad de desplazarse físicamente.