Al crecimiento de firmas tecnológicas como Google y Microsoft se le suman problemas, como su pelea con el crimen informático y es debido a su mayor comprensión y acceso, que tienen una mejor capacidad de respuesta ante provocaciones.
Es el caso del gigante de Mountain View, quien comunicó el martes pasado, haber actuado en contra de un grupo de ciber delincuentes que se beneficiaban de un millón de dispositivos electrónicos desde Rusia.
A través de “Glubteba”, un software malicioso revelado en 2011, que sirve para hurtar información privada, comúnmente usado en fraudes por su sofisticación técnica. Su forma de esparcirse es por medio de sitios de descarga de terceros, servicios de transmisión de películas en línea y un sitio web que supuestamente estaba afiliado de manera fraudulenta a YouTube, que es propiedad de Google.
La empresa decidió demandar a la red de equipos informáticos infectados, en Nueva York, argumentando que la organización contaba con alrededor de un millón de dispositivos con Windows alrededor del mundo, los cuales estaban destinados al robo de información y credenciales, principalmente en usufructuarios de Estados Unidos, India, Brasil y el sureste de Asia.
Finalmente, Google se lanzó en su primer caso contra una botnet, fundada por Dmitry Starovikov, Alexander Filippov y asociados, en busca de la orden judicial que les impida utilizar los programas con fines maquiavélicos.