Danzas indígenas, mariachis, imágenes religiosas, calles adornadas, música de tambora, una procesión llena de energía y la fe de cientos de personas, habitantes del pueblo y de colonias aledañas, así se vivió la fiesta patronal en honor a la Virgen del Pueblo de El Rosario.
Los habitantes de esta comunidad compartieron la fiesta en honor a la Virgen del Rosario con una fe que no conoce el cansancio después de cinco días de alabanzas; niños, jóvenes, adultos y gente de la tercera edad, se vieron envueltos en las tradiciones que los identifica como comunidad, como vecinos.
La gente se reunió durante cinco días y salió a las calles para venerar con procesiones a su Virgen, que les ha brindado tranquilidad, salud y a algunos hasta milagros, entre risas y cantos religiosos festejaron a lo grande los habitantes de este hermoso pueblo, uno de los 13 que tiene el municipio de Cuautitlán Izcalli.
No podía faltar la tradicional feria con sus juegos mecánicos, como la rueda de la fortuna, las sillas voladoras, los carros chocones, por mencionar algunos, donde propios y extraños, familias enteras se congregaron para dar rienda suelta a su alegría; acompañados de los antojitos mexicanos que tanto se acostumbran en estos festejos, como el pozole, las tostadas, los pambazos, los sopes y otros tantos platillos más.
Los adultos del pueblo dando cátedra de sus conocimientos, tanto en historia como de religiosidad, dejando asombrados a los pequeños que se acercaban a ellos para conocer la razón de la fiesta.
Un lugar que invita a conocerlo, a vivir su historia, a conocer sus tradiciones, pero principalmente a sentir la cálida recepción de todos sus habitantes, así es el pueblo de El Rosario.