– Marco Antonio Castellanos Reyes pide la renuncia de EPN
– Este viernes suma seis días en su lucha de concientización
Tiene 32 años de edad y es vecino del fraccionamiento Jardines del Alba, aunque es originario de Mexicali, Baja California, desde muy pequeño llegó a vivir al Estado de México, “estoy casado y tengo dos hijas, que me necesitan, pero también me necesita mí país”.
El pasado 7 de enero decidió iniciar una huelga de hambre en protesta, principalmente por las políticas económicas que viene implementando el Gobierno de la República en este sexenio, y luego, por el denominado “gasolinazo”, con el cual, dice él, se sigue deteriorando más la calidad de vida de los mexicanos.
Con una cadena atada a sus manos, Marco Antonio se instaló primero en la plancha del Zócalo de la CDMX pero tuvo que cambiar de lugar al siguiente día debido a las tareas que se vienen realizando en la explanada, así que se reubicó en la parte frontal de la catedral metropolitana.
Ahí, sentado, con unas pancartas pintadas a mano y el apoyo de algunas personas que se le han unido, viene solicitando la firma de todos los que pasan por ahí para exigir que el presidente de la república, Enrique Peña Nieto presente su renuncia al cargo, esa es su principal exigencia.
“Sé que no va a renunciar porque yo esté aquí, pero mi deseo es que todos los mexicanos nos unamos y le exijamos lo mismo. Esto se trata de un mensaje de amor y de paz, de tolerancia entre nosotros”, expone, para luego reiterar que se siente muy bien de salud y que va a llegar a los límites, “no sólo para que renuncie EPN, sino para que los mexicanos nos unamos”.
Quiere llegar a los corazones de todos los mexicanos y, primero que nada, explica, hay que entender que, para cambiar al gobierno, primero hay que provocar el cambio en nosotros mismos.
El gasolinazo tal vez sea lo de menos, el gobierno trata de poner la gasolina al precio internacional, en lo cual estoy de acuerdo, el problema es que en otros países la gasolina cuesta, por decir, 35 pesos el litro, pero su sueldo base es de 300 pesos al día, el de los mexicanos es de 80 pesos al día ya con el aumento.
A los mexicanos nos cuesta comprar un litro de gasolina tres horas de nuestra vida aproximadamente y en otros países les cuesta 15 minutos, viéndolo así, eso nos está afectando la calidad de vida.
Yo creo que México tiene todo para ser un país de primer mundo, lo único que falta es que tengamos la fe, que pongamos a trabajar a la gente correcta en el lugar correcto, y que nos respetemos los unos a los otros.
La gente que pasa por el lugar se acerca, lo ve y él, cuando se da la oportunidad, les explica cuál es su lucha, les pide que se sumen y que firmen las hojas en las que se exige la renuncia de Enrique Peña Nieto.
Desde que pusimos los carteles la gente se acerca, aun así, hay mucha gente que me dice estúpido, loco, que me ponga a trabajar, pero también los hay en su mayoría que me aplauden, me agradecen y me dan algunas palabras de aliento o algún consejo que yo con gusto escucho”.
Marco Antonio también estuvo el martes 3 de enero en la protesta que vecinos de diferentes colonias de Cuautitlán Izcalli hicieron en la gasolinera de avenida Chalma, en la plaza San Marcos, ahí, los manifestantes bloquearon la calle durante una hora aproximadamente.
Pide a la gente que tomen conciencia, “no es que me quiera morir, estoy dispuesto a llegar a los límites más graves, sí, pero por crearles una conciencia a todos los mexicanos, una conciencia de amor, de tocarles el corazón de que crean que en verdad México puede cambiar y evitar todo el racismo y la intolerancia entre nosotros”.