Un nuevo reporte emitido por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, reveló que el Estado de México ocupa el segundo lugar nacional en cuanto al número de internos recluidos en los Centros de Prevención y Readaptación Social, con 26 mil 297 personas privadas de la libertad, y en razón de que su capacidad instalada era para 9 mil 964 reclusos, la población actual de los penales mexiquenses muestra una sobrepoblación de 16 mil 333 personas.
Esto significa que aun cuando el nuevo Sistema de Justicia Penal prevé un menor número de delitos o circunstancias para que el juzgador aplique las penas privativas de la libertad a un probable delincuente, los Centros de Prevención y Readaptación Social del Estado todavía están lejos de acercarse a su objetivo de reincorporar a sus egresados a la vida social productiva.
Uno de los principales motivos es la sobrepoblación y el hacinamiento, pues, aunque en porcentajes diferentes, la gran mayoría de los centros de retención la padecen, además, esta sobrepoblación forma parte de las condiciones que generan una violación a los derechos humanos de los reclusos, coincidieron en aceptar funcionarios, académicos, especialistas y trabajadores de los diversos niveles en estos centros.
Sin embargo, y pese a este nuevo reporte, las autoridades estatales encargadas de los centros de readaptación no registran planes o proyectos para la ampliación de los centros ya existentes o la construcción de nuevos espacios que atiendan este problema que, además, es una de las principales causas de amotinamiento de reos en los penales.