Es cada vez más relevante para los gobiernos municipales llevar a cabo tareas encaminadas a la extracción, conducción, distribución y buen uso del agua potable dentro de sus demarcaciones, por lo que destinan importantes recursos económicos para dar el servicio a los pobladores.
Uno de los factores que determinan los montos asignados para la de dotación de agua, es el de la población, cifra que va en aumento y que al margen de satisfacerla plenamente no se da la cobertura del servicio de forma eficiente, por falta de mantenimiento de la infraestructura, que se suma a las deudas históricas con las dependencias estatales y federales.
Estos adeudos repercuten en la disponibilidad de recursos frescos que pudieran tener los gobiernos municipales cuando les son retenidos por presentar deudas, así como la falta de aportaciones federales u otros beneficios, aunado a una recaudación deficiente y con vicios en los cobros, sin contar el mal estado del equipamiento y exceso de personal y falta de capacitación en algunas áreas.
Los males que adolecen los organismos de agua en la entidad son comunes en todo el país, lo mismo para los municipios del norte con escasez de agua del subsuelo, como los del sur donde se puede localizar a un metro y medio de profundidad; que son la falta de infraestructura, recursos y actualización de esquemas de recaudación exitosos y continuidad de los trabajadores de oficina y de campo, entre otros
El reto es más grande cuando se da la transición de los gobiernos municipales, el saliente que deja una deuda mayor a la encontrada y el entrante que sin experiencia y escasos recursos retoma las llaves del organismo de agua del que sabe poco, por la nula experiencia en el tema, de ahí que se haga relevante legislar en las cámaras de diputados locales para que los titulares al cargo, cuenten al menos con experiencia comprobada en el puesto.
Esta situación recae directamente en la población cada vez más demandante, donde los proyectos de mejora de la infraestructura, búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento, innovaciones tecnológicas parecen más cuestiones del primer mundo, que asuntos primordiales a resolver a corto plazo.
Esto va de la mano con las partidas presupuestales no ejercidas, la falta de conocimientos de los programas existentes en apoyo a la infraestructura por parte de la Federación, sumado a los malos manejos de los ingresos propios, o la nula eficiencia administrativa.
En este panorama, el agua es vista por algunos funcionarios, en caso de los organismos de carácter público, como una moneda de cambio por favores políticos en tiempos de elecciones, además la falta de seguimiento de las políticas públicas por parte de los ciudadanos, que en muchas ocasiones no comprenden que el agua potable es un recurso natural que se está agotando y que cada día implica mayores esfuerzos para traerlo hasta su hogar.
Hoy el agua se convierte en un arma poderosa de quien la tiene y domina, es un recurso que va más allá del simple entendimiento de la vida, es en este tiempo el elemento más delicado para controlar las voluntades de quienes no la tienen.