Salió a la venta en este mes de octubre de 2017
Julián Ríos, posa junto al dispositivo detector de cáncer de mama llamado “EVA”
Uno de los factores principales para un tratamiento efectivo del cáncer de mama es la detección temprana, regularmente por medio de mastografías. Sin embargo, resulta importante encontrar nuevas formas de detectar la enfermedad y esto es precisamente lo que consiguió este joven mexicano.
Julián Ríos de sólo 18 años de edad, decidió estudiar a profundidad el cáncer de mama, luego de que su mamá pasara por una mastectomía.
Junto con otros cuatro compañeros del Tec de Monterrey, fundaron la compañía Higia Technologies crearon un brasier con sensores que promete ser más efectivo que la autoexploración y menos peligroso que la mamografías, llamado “EVA”.
¿Cómo funciona?
La prenda tiene al menos 200 pequeños biosensores capaces de mapear la superficie de la mama y determinar, la conductividad térmica por zonas. Entre mayor calor en cierta área, significa que hay un mayor flujo de sangre, lo que representa que hay algo que se está alimentado de esos vasos sanguíneos, lo que normalmente corresponde a un cáncer.
“El algoritmo lo que hace es que de los datos térmicos que recopilan los sensores, mide las curvas de conductividad térmica. Quistes y malformaciones tienen diferentes curvas. El algoritmo ve la curva y dice, ésta se asemeja muchísimo a la de un quiste a partir de las imágenes de la base de datos que ya tenemos. Mediante los cientos de árboles de decisión, determina cuál tipo de cáncer es y en qué fase es más probable que se encuentre”, Además de que, realizar un diagnostico semanal utilizando EVA resulta más conveniente que una mastografía anual con los expertos, ya que, un tumor llega a duplicar su tamaño en el transcurso de un año”, compartió Ríos.
“EVA”, salió a la venta el jueves 12 de octubre de 2017, con las primeras cinco mil piezas, a un costo de 120 dólares, aproximadamente dos mil 250 pesos, que serán vendidas a través de la plataforma evabra.mx.
Las mujeres puedan acceder al producto a partir de los 20 años de edad.
En la compra del dispositivo se incluye mamografía, ultrasonido, acceso a las aplicaciones móviles y atención médica.
El brasier se coloca una vez a la semana por alrededor de 60 a 70 minutos sin interrupción, a fin de enviar los datos a la aplicación que se descarga en el celular o cualquier dispositivo inteligente. En caso de notar alguna irregularidad solicita a un médico de la misma plataforma, o asignado por la paciente, hacer un diagnóstico mejor.
Ríos,confesó que el desarrollo llevó más de dos años con una inversión de “algunos millones de pesos” que fueron otorgados por diversos apoyos; sin embargo, aclaró que no pretenden recuperar la inversión en los primeros meses, sino recabar más datos para mejorar los algoritmos de detección de patologías.