Rescatan a 150 perritos para darles una segunda oportunidad

Marta Patricia Briseño, es fundadora y presidenta de la Asociación Civil Protectora de Animales “Rescatando Vidas Regalando Amor”, ella, es la encargada de darles una nueva oportunidad de vida a 150 peluditos que se encuentran en el refugio ubicado en Santiago Cuautlalpan, Tepotzotlán, Estado de México.

Ha dedicado los últimos 22 años de su vida a la docencia, trabajando en el Centro Escolar del Lago, en Cuautitlán Izcalli. Sin embargo, cuidar y dar amor a los perritos es su otra pasión.

Desde muy pequeña fue consiente de los problemas que padecían los perros en situación de calle y fue a la edad de 22 años, cuando inició a rescatar animalito tras animalito, hasta que llegó un punto en el que la comunidad de canes fue tanta que optó por buscar un hogar temporal para todos ellos.

Al principio, contaba con un refugio pequeño ubicado en Cuautitlán Izcalli, una casa de 3 pisos, pero fue en el 2015 cuando “Rescatando Vidas Regalando Amor”, se constituyó como asociación civil y posteriormente se construyó el albergue situado en la ubicación actual, en un terreno de mil 800 m2.

Dicho refugio, se construyó con las instalaciones básicas, pero a medida que se rescatan e integran nuevos perros, el sitio es reacondicionado para un óptimo funcionamiento.

Los perros que forman parte del refugio tienen un común denominador: son animales enfermos, en situación de maltrato extremo y de edad avanzada; en el albergue se encargan de darles una segunda oportunidad de vida contando con comida, salud, casitas, cobijas y una limpieza adecuada en sus áreas.

Llegan rescatados por Patricia o por personas de su entera confianza que le informan la situación en la que se encuentra cada animal. El sitio está libre de jaulas, y se encuentra dividido en 8 espacios para cada grupo o manada de perros.

Dentro del proyecto solo colaboran tres personas: la fundadora, su hija Cristian Miranda Briseño y una empleada de apoyo, pues los ingresos económicos no son suficientes para contratar a más personal.

Actualmente, con 150 perros a su cargo, el refugio llegó a su máxima capacidad y es imposible que se unan más, por ello, y para evitar una saturación, la adopción es un proceso que se encuentra vigente y por lo mismo existe una rotación eficaz.

Al interior de las instalaciones las problemáticas son diversas, pero una de las más comunes son las peleas territoriales que existen entre los perros, a causa de esto, el pequeño equipo se encarga de cuidar la convivencia sana entre los animales para que todos cohabiten de una manera cordial.

No obstante, las rivalidades se presentan y para evitar dichas peleas, en el albergue se mantiene el alimento libre las 24 horas para frenar posibles confrontaciones.

Muy pocas personas saben la ubicación exacta del albergue, ya que tienen la experiencia de que cuando la gente se enteraba de la labor que hacen, iban y abandonaban a sus mascotas.

Costear un albergue no es cosa fácil y tan solo en un mes se necesitan 45 mil pesos para distribuirlo en las necesidades de los peludos. Para juntar dicha cantidad, Martha Patricia se ayuda de las rentas de algunas propiedades con las que cuenta, más el apoyo mensual que sus dos hijos le dan voluntariamente y lo demás llega por donativos ciudadanos o colectas que se realizan.

Un factor clave para la sostenibilidad del refugio son las jornadas de voluntariado por parte de diversas empresas como Fedex, HP, Laboratorios MCD, entre otros, en donde se realizan colectas y en sus visitas aportan insumos; y por parte de los ciudadanos también hay apoyo económico, de insumos o incluso ayudando a bañar y limpiar los espacios de quienes son considerados el mejor amigo del hombre.

Además, Patricia colabora con el Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli en proyectos que no son propios para el beneficio del albergue, es decir, aporta ideas o proyectos para tratar que el municipio se involucre en acciones que vayan en pro del bienestar animal. Lamentablemente no cuenta con la ayuda de las autoridades de Tepotzotlán, pues señala que no es un tema que les interese y a pesar de que en varias ocasiones ha solicitado una audiencia para tratar estos temas  nunca ha recibido una contestación.

La contingencia actual que se vive por el Covid-19 le ha traído al albergue afectaciones en el ámbito económico; pues el 1 domingo de cada mes, Martha realiza colectas de alimentos, pasarela de adopciones y venta de artículos para perros, sin embargo, febrero fue la última vez que pudo realizar esta acción y hasta la fecha se encuentra sin esos ingresos que hacen la diferencia.

En una segunda entrega, Patricia Briseño explica el proceso de adopción.

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