El sobrepeso y la obesidad se han convertido en un problema de salud pública, ya que está comprobado que son desencadenantes principales de enfermedades graves como la diabetes y la hipertensión. El sedentarismo y la mala alimentación son sus causas más conocidas, pero también hay otros factores que tienen mucho que ver. Entre estos se destaca el hábito de dormir, el cual tendría una importante relación con el ritmo del metabolismo y su capacidad para ayudar a bajar de peso.
Cuando vayas a la cama, asegúrate de que todo el cuarto quede oscuro para no correr el riesgo de tener sueños interrumpidos. La luz frena la segregación de una hormona llamada melatonina, la cual se libera en el cuerpo para relajarlo e inducir al descanso. En lo posible, trata de evitar la exposición a fuentes de luz intensas durante la hora previa a ir a dormir.
Las personas que tienen un buen ambiente para dormir tienen hasta un 21% menos riesgo de ser obesas en comparación de los que duermen en sitios con fuentes de luz.
Empieza a apropiarte de todas estas costumbres diarias y comprueba tú misma que tienen mucho que ver con tu metabolismo y tu peso.
- Descansar
Dormir como mínimo 8 horas diarias sin interrupciones, incrementan los niveles de la horma del crecimiento que degrada la grasa. - Cenar
Al cenar tarde hay un menor gasto energético y una tendencia a excederse con las calorías, lo aconsejable es cenar al menos 3 horas antes de irte a la cama. - Bañarse
Toma una ducha antes de ir a la cama, esto ocurre porque tu cuerpo se enfría por el baño acelerando el metabolismo, quemando grasa mientras duermes. - Una taza de té
Bebe un té relajante ya sea de manzanilla, menta o lavanda que no sólo disminuyen el estrés, sino que inhiben el hambre durante la noche. - Adiós a la goma de mascar
Di NO al chicle porque éste inflama las células del cuerpo genrando más aire, lo que podría causar dolor e hichazón abdominal, lo que provoca que te sientas y te veas más “gordita”. - Un vaso de agua
Bebe un vaso de agua tibia con unas gotas de limón antes de irte a dormir para eliminar toxinas y mejorar tu digestión, también ayuda a conciliar el sueño y relajar el sistema nervioso.