Aunque no lo creas, tener las uñas cortas y redondeadas hace que se mantengan en buen estado por más tiempo. Se rompen menos y son más fáciles de arreglar en caso de accidente.
No al agua, no al calor
Tanto sumergirlas como exponerlas al calor fuerte hace que el esmaltado se arruine. Por eso, usa guantes cada vez que quieras lavar, sin importar que sea una cuchara y sé muy cuidadosa cuando cocines, porque el esmalte puede derretirse.
Siempre limpias
Antes de comenzar a pintarlas, asegúrate de que estén súper limpias, de esta manera la primera capa de esmalte se va a adherir mucho mejor. Además revisa que, después del quitaesmalte, no quede ninguna pelusa pegada a la uña.
La protección
Aplica una capa de esmalte protector antes de empezar con el color. Esto hace que la uña se mantenga sana y fuerte, y que el esmalte se adhiera mejor a ella.
Entre capa y capa, espera que se seque
No respetar ese tiempo mínimo indispensable (unos 5 minutos) puede llevarte a un resultado desastroso. La última capa de esmalte es la más gruesa y si quedan burbujas de aire porque no se terminó de secar la anterior, probablemente en dos días comience a salirse. Así que tómalo con calma para obtener el mejor resultado.
