Sin embargo, se ganan la vida de manera honrada
Desde un peso hasta monedas de 10, a veces un billete de 20 pesos, inclusive alguna ración de comida, son algunos de las formas en que la ciudadanía le paga a los “limpia parabrisas” por su servicio en los principales cruceros de la ciudad.
En sentido contrario, el incesante sol, los insultos y los malos tratos de algunos automovilistas prepotentes, son sólo algunas de las situaciones incómodas que los trabajadores de este oficio soportan en el día a día, con un horario laboral que ronda entre las 5 y 6 horas diarias.
Periódico de Izcalli se dio a la tarea de entrevistar a algunas de las personas que realizan este trabajo, que cada día se ve con mayor recurrencia en las principales avenidas del municipio y entre las anécdotas y experiencias recabadas, resaltan las que compensan el arduo trabajo de estas personas y también las malas situaciones.
¿Quiénes son los limpia parabrisas?
Cabe señalar que el 90 por ciento de las personas que ejercen este oficio son hombres, sin embargo, las hay también del sexo femenino; el oficio de “limpia parabrisas” se ha vuelto un trabajo recurrente para todas las edades, desde jóvenes de 16 años, hasta adultos de 48 años con familia.
Podría pensarse que muchas de estas personas provienen de municipios aledaños con un mayor grado de marginalidad que el nuestro, sin embargo, la mayoría de ellos son residentes de Izcalli, de colonias como Bosques de Morelos, Santa María las Torres, El Rosario o San Juan Atlamica, lo que nos habla en parte del actual nivel de desempleo que existe en el municipio.
Otro factor predominante entre los “limpia parabrisas” es el grado de escolaridad, pues el 80 por ciento apenas cuenta con estudios de secundaria y un 20 por ciento con preparatoria trunca. A esto podríamos agregar que el 95% de los encuestados ya son padres de familia y tienen entre uno y 4 hijos menores de edad, un tema importante si tomamos en cuenta los gastos que esto conlleva.
En cuanto a los ingresos que reportan, dependiendo del horario y del crucero, estos varían entre los 100 y los 350 pesos diarios, cantidades que apenas rinden para solventar los gastos diarios de sus familias, pues al entrevistarlos hacen hincapié en que, como parte de la supervivencia diaria, también son usuarios que pagan servicios de agua, luz, gas y hasta renta de vivienda.
Los malos tratos no están exentos en este tipo de trabajo, pues si bien, hay automovilistas que les agradecen con alguna moneda el servicio que se les presta, los hay quienes, no sólo se molestan, sino que, además los insultan, sin dejar de lado las constantes extorsiones de las que son víctimas a diario, como dicen ellos, por parte de algunos elementos de la policía municipal.
Los “limpia parabrisas” son parte de la mano de obra en nuestro municipio y aunque parezca un oficio poco valorado, hay que reconocer que estas personas prefieren ganarse la vida honradamente, en lugar de engrosar las filas de la delincuencia, a cambio de la gratitud de los automovilistas y una moneda que traigamos en el bolsillo.