Estos errores nos pueden costar mucho dinero y son muy fáciles de cometer, pero hay algunas estratégias que podrían ayudarnos a ser mejores compradoras y a gastar menos a largo plazo.
1. No compres cosas que no son tu estilo
Probablemente te ha sucedido que ves unas prendas que te enamoran y consigues comprarlas para después terminar odiándolas.
Ten en cuenta lo que te gusta y te queda, siempre piensa: ¿En verdad me lo voy a poner? ¿Cuándo y con qué? Si no puedes responder rápidamente es mejor que lo dejes pasar.
2. Escoge sólo una o dos tendencias por temporada
Enfócate en las tendencias que van más con tu estilo y tu cuerpo y no quieras comprar todo lo que está de moda esta temporada, mejor invierte en piezas clave que vistan todos tus looks.
3. Prendas que no te quedan bien o no son cómodas
Es muy probable que no te vuelvas a poner algo que amaste pero no te quedó del todo bien. Lo mismo sucede con esos zapatos que están divinos pero te lastiman. Estarán en tu clóset luciendo muy lindos, pero nunca verán la luz del sol. Si estás empeñada en usar o conservar ropa que no te acomoda bien, invierte entonces en un sastre que lo ajuste para ti.
4. Lo barato sale caro
Piensa en invertir en piezas clave, que puede que sean más caras pero que sabes que estará en tu closet por más tiempo. También piensa que tus básicos deben de ser de la mejor calidad posible, nadie quiere estar comprando playeras blancas cada quince días.
5. Comprar prendas para ocasiones ficticias
Es muy probable que si compras algo sin tener una ocasión especial confirmada y en mente, estés gastando tu dinero en vano. Si sabes que tienes algo especial entonces adelante, pero no imagines escenarios que nunca llegarán… por si me invitan a “X”.
Si quieres haz este truco: 70% de tu presupuesto se va a ropa de diario, el 20% para ropa de fin de semana y el 10% para ocasiones especiales.
