Ayer hubo una marcha en diferentes ciudades del país con la idea de manifestar un rechazo a la Reforma Electoral que propone el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Este se ha convertido en un tema controversial que divide la opinión pública. Hay consignas señalando que “al INE no se le toca” y otras refiriendo que se trata de un ente corrupto y que gasta mucho. Aquí te vamos a compartir datos sobre lo que plantea dicha reforma.
Entre las acciones que se desarrollarían, de acuerdo a lo informado por el gobierno federal es que se cambiaría el nombre a Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC), además de reducir el número de diputados federales de 500 a 300 y los Senadores bajarían de 128 a 96.
Se cambiaría la dinámica en cuanto a los consejeros del INE y también de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que sean electos por voto popular a propuesta de los tres poderes de la unión, reduciendo los consejeros de 11 a 7.
Y se eliminarían los institutos electorales de cada estado. Sobre ese último tema, una de las consignas en la marcha de ayer fue que se busca alinear al ente electoral al gobierno y centralizar los procesos.
Además, el financiamiento a partidos políticos solo se haría para campañas electorales y una disminución a 30 minutos diarios de propaganda en radio y televisión, implementación del voto electrónico y bajar de 40% a 33% la participación en consulta popular para que esta sea vinculante.
Son fruto de la democracia los órganos electorales, señaló el ex consejero del INE, José Woldenberg, al tiempo de pedir a los integrantes de la Cámara Federal y de los 32 Congresos Locales, “defender lo edificado en materia democrática y no conducir al país a una etapa superada, las del autoritarismo que se auxiliaba de autoridades electorales a modo”.
Existe un sector de la política que sostiene que el gobierno federal planea tomar control del padrón electoral y que eso podría regresar a México al pasado, cuando la Secretaría de Gobernación organizaba las elecciones y eran todo, menos libres, justas y autónomas.