El robo a casa-habitación sigue afectando a los ciudadanos de Cuautitlán Izcalli aun en lugares en los que se cuenta con seguridad privada y acceso controlado, como es el caso de la Unidad Militar Sur, en donde de diciembre de 2019 a la fecha, se han reportado al menos tres casos.
Israel García vive en la calle Juan Escutia y el pasado viernes 31 de enero, al llegar a su casa junto a su familia, se encontraron con una desagradable sorpresa: la delincuencia hizo de las suyas para robarles joyería, dinero, celulares y computadoras portátiles.
“Hemos detectado que también cortan las mallas que dan acceso a los jardines del edificio para que posteriormente puedan entrar y salir por ahí y para pasar desapercibidos”, contó a Periódico de Izcalli.
Al ingresar a los cuartos, se percataron que los clósets y muebles fueron revisados, sacando cajones y esculcando entre las ropas para hallar objetos de valor y dinero.
De acuerdo al afectado, calculan que los hechos pudieron ocurrir entre las 5:00 y 6:00 de la tarde y, tras preguntar al personal de seguridad del fraccionamiento, nadie vio ni supo nada.
Además, explicó que su caso no es el único, ya que, en Noche Buena, en esa misma calle, se robaron las pertenencias de dos departamentos y un vehículo.
“El modus operandi es el mismo: se trepan por las protecciones de las ventanas de abajo y fuerzan las ventanas con lo que parece ser un destornillador. En caso de que les cueste trabajo abrir las ventanas, le hacen un pequeño orificio para meter la mano y abrirlas”, señaló.
En el 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó 316 casos de robo a casa-habitación, lo que representó un incremento del 42.9% con relación al 2018.
