La investigadora Lesslie Espinosa Espinosa, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizó una serie de estudios para descubrir que el mango ataulfo posee propiedas cicatrizantes, específicamente en la cáscara.
A partir de análisis in vitro e in vivo en un modelo animal, logró comprobar que además de tener actividad antibacteriana, antioxidante y antifúngica, la cascara del mango contiene compuestos que ayudarían a sanar heridas agudas superficiales en menor tiempo que el requerido en una remodelación natural.
La estudiante de doctorado en la Escuela Nacional de Ciencias Biológica, indicó que, para obtener el extracto, primero se retiró la cáscara del mango, retirando la pulpa y poniéndola a secar.
“Posteriormente la sometimos a un proceso de maceración con un solvente de polaridad alta para extraerle los compuestos fenólicos y finalmente realizamos diversos procesos de filtración hasta obtener el extracto crudo”, sostuvo Lesslie Espinosa.
Finalmente, agregó que el siguiente paso será establecer pruebas para determinar la toxicidad del extracto y continuar con estudios a niveles preclínicos con el propósito de conocer su seguridad.