Cuando el arte y las ecotecnias se combinan: las esculturas de viento de Theo Jansen

Por Rodrigo Chinchilla y Tatiana Mayer

Theo Jansen es un artista y escultor cinético neerlandés, se ha dedicado a la creación de los Strandbeest (del neerlandés, “bestias de playa”), esculturas cinéticas articuladas que caminan y utilizan como combustible el viento. Las esculturas están fabricadas con tuberías de PVC y elementos de conexión del mismo material, el movimiento de las patas articuladas conocido como “mecanismo de Jansen”.

Imagen 1. Theo Jansen y su “Bestia de playa”. (Weschler, 2014)

El principio que da vida a las esculturas cinéticas de Theo Jansen es el mismo que mueve una turbina eólica: el viento. Pero mientras una turbina convierte el aire en electricidad, las Strandbeest lo transforman en movimiento puro, tangible, casi animal.

En ambos casos, el proceso parte de lo mismo: el viento ejerce una fuerza sobre un plano —ya sea un aspa de turbina o una hélice conectada a las patas de PVC— y esa fuerza se convierte en energía útil.

  • En una turbina eólica, esa energía se transmite a un generador eléctrico,
  • En una Strandbeest, se transmite a un sistema mecánico optimizado (el mecanismo de Jansen) que convierte el giro en caminata.

El mecanismo del movimiento articulado está compuesto por 10 tramos rectos unidos por bisagras o pivotes que por su ingeniosa configuración permiten que la “bestia” camine siempre “nivelada” o estable respecto a la horizontal del suelo, gracias a un movimiento elíptico (ver imagen 2). El cálculo de las dimensiones y puntos articulados los diseñó en 1990 con la programación de algoritmos que determinaban curvas en función de las longitudes de los tramos para lograr que la curva inferior tenga un comportamiento cercano a horizontal y así permita que el esqueleto camine de forma “nivelada”. Este tipo de mecanismo ha sido estudiado en robótica, prótesis y vehículos de exploración para sustituir ruedas por “piernas” con un movimiento estable.

Imagen 2. Mecanismo de Jansen (Jansen, 2022)

El viento impulsa aspas que giran ejes conectados al sistema de patas. Y El movimiento de las patas es impulsado por unos pistones de aire comprimido que se almacena en botellas de PET que son alimentadas por viento y permiten que los mecanismos sigan funcionando, aunque no haya presencia de viento. El artista los llama “estómagos de viento”.

Un “bestia” llega a pesar 180 kg y a utilizar de 2 mil a 3 mil metros de tubería. El PVC es el material seleccionado por su ligereza y resistencia a la intemperie, aunque el Artista identifica un área de oportunidad con materiales que sean más ecológicos, pero hasta el momento lo ha seleccionado por su resistencia a la humedad y más a la salinidad de las playas.

Las esculturas de Theo Jansen han visitado México en varias ocasiones, exhibiciones como “Asombrosas Criaturas” en el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México o su presentación en el Museo Materia del Centro de Ciencias de Sinaloa, han acercado al público a estas criaturas mecánicas que caminan impulsadas solo por viento. Sus “Bestias de playa” son una invitación a investigar como el arte puede dialogar con la ingeniería para desarrollar un futuro en donde la innovación se inspire en técnicas que aprovechen de forma sostenible los recursos naturales: esculturas que se mueven con el viento o trazos que se imprimen con el sol.

En un mundo que avanza hacia soluciones cada vez más tecnológicas, Theo Jansen nos recuerda que a veces la respuesta puede ser elegantemente mecánica, y profundamente poética.

Referencias

Weschler, L. (2014). The Strandbeest arrive at Art Basel. From The New York Times Magazine: https://www.nytimes.com/2014/12/07/magazine/the-strandbeests-arrive-at-art-basel.html

Jansen, T. (2022). Strandbeest explains. From Strandbeest: https://www.strandbeest.com/

Ingeniero civil con maestría en ingeniería ambiental, soy un entusiasta del desarrollo de infraestructura para mejorar la calidad de vida integrando tecnología y respeto por el entorno natural.

Considero que estamos en un punto de inflexión en el que se debe de balancear el progreso con la preservación de los ecosistemas. He enfocado mi trayectoria profesional en el desarrollo de proyectos arquitectónicos, desde el diseño hasta la construcción, con el objetivo de realizar propuestas modulares, funcionalistas y con soluciones bioclimáticas.

Soy cofundador del taller cerocerocero, donde combinamos arquitectura, ingeniería y visión artística,y profesor de asignatura en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, donde comparto con nuevas generaciones la importancia de innovar sin perder de vista el planeta.

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