En México hay 21 mil 809 personas en espera de un trasplante
A principios de abril, el pleno del Senado de la República aprobó la reforma para donación de órganos, que indica que el cuerpo u órganos de una persona mayor de edad fallecida pasarán automáticamente a ser donados; a menos que esta persona se niegue en vida de forma escrita.
De manera inmediata, esta reforma pasó a manos de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, los cuales también la aprobaron con “algunos cambios”, por lo que deberá regresar al pleno del Senado.
Entre las modificaciones realizadas, se encuentra la aclaración del “presunto donador”, que las comunidades indígenas y religiosas no estén incluidas en la norma por sus creencias y costumbres, y que cada institución de salud se haga cargo del costo presupuestal de las nuevas disposiciones.
El proyecto, de ser avalado, hace obligatoria la donación de órganos y tejidos para todas las personas mayores de 18 años de manera automática, sin que ninguna figura familiar o cónyugue se oponga, a excepción de que la persona fallecida lo haya dejado por escrito antes de su deceso.
Sin embargo, esta reforma a la Ley General de Salud ha sido recibida de forma polémica por parte de la ciudadanía que se ha dividido en dos. Unos la consideran de manera positiva para ayudar a quienes necesitan de algún órgano; otros se niegan a entregar alguna parte de su cuerpo, principalmente por motivos religiosos.
Actualmente, existen en México, 21 mil 809 personas en espera de donación de órganos, de los cuales, 14 mil 162 personas se encuentran en espera de un riñón; 7 mil 219 un trasplante de córnea; 364 un trasplante de hígado; 53 personas un trasplante de corazón, y 12 un trasplante de páncreas, de acuerdo a datos del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA).