Los protectores solares se clasifican según su factor de protección solar.
Escoger el indicado dependerá de tu tipo de piel o fototipo. Si aún no sabes cuál es el tuyo, fíjate en la escala Fitzpatrick, que clasifica los tipos de piel de acuerdo a su resistencia natural al sol.
Existen seis fototipos, el primero corresponde a las personas de tez blanca y el sexto a las personas de piel más oscura.
Si tu fototipo es 1 deberás escoger un SPF superior o igual a 50. Si tu fototipo es 6, un SPF 15 o 20 bastará.
De igual manera, si te expondrás al sol durante mucho tiempo, se recomienda que el protector solar sea de amplio espectro.
Otro factor a considerar al escoger tu protector solar es tener claro si tienes una piel normal, seca, grasosa o acnéica.
No todos los tipos de protectores solares funcionan para todas las personas y tipos de piel.
Piel normal, básicamente puedes usar cualquier presentación de protector solar.
Piel seca, se recomienda usar protectores solares en crema.
Piel grasa o acnéica, los protectores en gel son los mejores.
Se recomienda aplicar el producto media hora antes de la exposición al sol y a partir de allí, hacerlo cada hora. Esto si no te expones al sol ni a la inmersión durante mucho tiempo.
Si te encanta estar bajo el agua aplica el protector solar cada veinte minutos. Aún cuando tu protector solar sea resistente al agua o a prueba de ella, (debes aplicar el producto luego de baños prolongados).
Si pierdes la noción del tiempo, mantente atenta a las señales de tu piel. Cuando notes que no se ve o se siente el bloqueador, o que la piel comienza a enrojecer, aplícalo nuevamente.
Lo primordial es mantener tu piel protegida, así que no olvides llevar tu protector solar contigo y aplicarlo con frecuencia.
Fotoprotector
Formulados para proteger la piel del sol, de la radiación UV absorbiéndola, dispersándola o reflejándola.
Bronceador
Cosmético formulado para intensificar el moreno. Quien recurre al uso del bronceador no busca protección, sino conseguir color.