Mañana concluye el plazo que fijó el gobierno municipal de Cuautitlán Izcalli para registrarse al proceso de selección de Defensora o Defensor de Derechos Humanos. Es un espacio del cual esperaba más, hicieron actividades y traían un ánimo de trabajo que se fue diluyendo.
Quiero pensar que la “creación” de la Agenda Municipal de Derechos Humanos 2022-2024 nada tiene que ver con que legalmente puede el actual titular registrarse para intentar repetir en el cargo.
Pero pues sí, es obvio. Entre líneas se entiende que el realizar ese proyecto, ya en la recta final del periodo, tiene un ánimo de reelección. ¿Por qué esperar hasta ahorita para conformar la agenda?
No traigo el discurso de “ni hizo nada”, porque sí me encontré con acciones a lo largo del gobierno anterior, pero lo cierto es que fue gris. La pasada fue una administración llena de manifestaciones, gritos del ex alcalde a los vecinos; y aunque se explica que como Defensoría Municipal solo se da acompañamiento, poco se vio de campañas de sensibilización. Y de las que hubo, no se informaba nada.
Para muestra un botón: hace casi un año suspendieron infracciones señalando que las y los elementos adscritos a tránsito municipal, recibirían capacitación en materia de derechos humanos. Y es fecha que la Defensoría no informa si eso fue real, cuánta gente se capacitó y específicamente en qué rubros. La información no debería estar supeditada a que sea solicitada… Se le llama transparencia. Informar sin la necesidad de que te lo pregunten, es muy sano aunque muy poco practicado.
Yo noté un área que no le daba seguimiento a los temas, mejor los evitaban; hubo conversatorios de diversos temas, pero con poco alcance. Faltó emitir posicionamientos ante las conductas de la autoridad. Y ni hablar del nivel de convocatoria del último foro para la Agenda Municipal de Derechos Humanos. Se dijo que sería el primero de varios, pero… Aquel pareció más un ejercicio con miras a “agradarle” a la alcaldesa, que mejor no llegó ante lo pobre del evento.
Un rostro nuevo para el periodo nuevo. Una nueva persona que encabece. No es necesario “barrer” con todos porque sé de personas que trabajan actualmente en la DDHM que están ahí desde la gestión 2013-2015 (algo o mucho han hecho bien), y de los que llegaron en 2019, seguro también hay perfiles que deban quedarse. Y aquí cabe aclarar que no estoy promoviendo a nadie, solo pido al actual gobierno, considerar antecedentes y actuar en consecuencia.