El pasado 5 de julio, en la colonia Lomas de Cuautitlán, la familia Contreras Acosta se encontraba enfrente de su domicilio atendiendo su negocio, un puesto de gorditas, mientras que el menor de sus tres hijos, Yael Zuriel o “Zuri”, se dirigió al área de juegos, donde fue atacado por un perro de sus vecinos.
De acuerdo con lo que relató la mamá del menor, Nancy Acosta, eran alrededor de las 6:30 pm, cuando su hijo de 10 años que se encontraba jugando fútbol con sus amigos, sin embargo, escucharon un grito interrumpió a los menores: “¡Corran!”, sonó avisando que el perro del vecino se había soltado.
Los niños trataron de huir, pero el can alcanzó a Zuri, ocasionándole distintas lesiones en diferentes áreas de su cuerpo. Durante el ataque, el menor se zafó como pudo y se metió a la casa de una vecina para esconderse, junto con sus amigos. Mientras tanto, dos niñas alcanzaron a correr hasta donde estaban los padres de la víctima, Nancy y Felipe, para avisarles lo que estaba sucediendo.
Heridas ocasionadas por el ataque del perro
Nancy y una de sus hijas se acercaron a la casa donde Zuri habría logrado resguardarse, pero no podían acceder ya que el perro seguía afuera intentado atacarlos. Y aunque la dueña tenía abrazado al can, les pidió que no se acercaran porque podía herirlos a ellas también.
Tras ver la gravedad de las heridas, Zuri fue trasladado a la Cruz Roja Mexicana ubicada en la colonia Atlanta, ya que uno de los dueños del perro, les pidió que lo llevarán, aseguró que se haría cargo de los gastos médicos. En dicha unidad de salud, se detectaron mordidas en:
- Ambos lados de la cara.
- En el cuello, cerca de la vena yugular (donde presenta infección).
- Ambos hombros.
- Lado derecho de la espalda: le quitó un pedazo de piel.
- Genitales: le arrancó un pedazo de escroto que fue reconstruido con tres puntos.
- Entrepierna: tiene un hoyo.
- Cadera junto al glúteo: herida de mordida que fue suturada.
Las atenciones, curación y medicamentos de ese día, fueron pagadas por el dueño del perro, sin embargo, después de la cita médica al día siguiente Marco Antonio “N” le dijo al padre de Zuri que era mucho dinero, que no tenía tanto, que buscarán una opción más económica.
Posible infección en una de las heridas de Zuri
A lo cual accedieron, llevándolo el pasado 8 de julio a los consultorios de Bodega Aurrera de Lomas de Cuautitlán, donde al realizarle las curaciones correspondientes, se percataron que una de las heridas del menor sacaba pus, lo cual podría ser símbolo de infección.
El día martes 9 de julio temprano acudieron con las autoridades de Control Animal, donde fueron canalizados al Centro de Salud de San Francisco Tepojaco, donde le extendieron un pase directo a Urgencias para el Hospital General José Vicente Villada, ubicado en Cuautitlán México.
Desde este día Marco Antonio “N” se deslindó de toda responsabilidad y no se vuelto a comunicar con los padres de Zuri.
Represalias legales en contra de los dueños del perro
Ante la falta de respuesta por parte del responsable del perro, Nancy y Felipe, han decidido tomar acciones legales para que Marco Antonio “N” cumpla con el acuerdo que tenían y pague por los medicamentos, tratamiento, curaciones y atención psicológica de Zuri.
“Todos los perros ya le dan miedo”, aseguró su mamá, “el día que fuimos a levantar la demanda, estaba sentadito en las maceteras, ahí lo puse, y se le acercó un perro, ni le iba a hacer nada, y se quedó, así como estatua, dice que el perro ya lo quería morder […] se quedó con ese trauma”.
Asimismo, comentan que anteriormente ya habían ocurrido otros dos incidentes con el mismo perro, sin embargo, lo alarmante en este caso es que estuviera suelto en un área común donde juegan los niños pequeños.
Cabe mencionar, que hasta donde saben los padres del menor, Control Animal podría regresarle al perro y ellos temen por la tranquilidad de su hijo, ya que, de acuerdo con Nancy, Zuri ahora le teme a cada perro que ve, incluso aunque este no le haga nada.
“Yo nada más quiero que se haga justicia y que el señor no se deslinde de lo que hizo su perro […] y que no regrese el perro a la cerrada porque yo la verdad, yo no, yo soy capaz hasta de mudarme de ahí, no. Yo ya no voy a vivir en paz, mi hijo menos, mi hijo si sabe que el perro está ahí ya no va a querer regresar, ni salir.”, destacó Nancy durante la entrevista con Periódico de Izcalli.
Como poder apoyar a la familia Contreras Acosta
Felipe y Nancy duermen fuera del hospital, y con el apoyo económico que les ofrecen algunos de los vecinos se han solventado algunos de los gastos médicos de su hijo, pues si bien la hospitalización no se la cobra, los estudios y medicamentos que necesita el niño sí deben pagarlo.
Tras tres días velando la salud de su hijo menor, también buscan cuidar de Felipe, quien padece hipertensión y diabetes. Mientras que Nancy, se divide entre sus hijos que tiene en casa de 12 y 16 años y su hijo hospitalizado.
Por el momento, la familia Contreras Acosta agradece el apoyo y los donativos recibidos, pero indican que ya una farmacia se puso en contacto con ellos y se ofreció a correr con los gastos de los medicamentos que va a necesitar Zuri.
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