Caso Rosa Barrancos: Denuncian a pseudo psiquiatra de Cuautitlán Izcalli

Caso Rosa Barrancos: Denuncian a pseudo psiquiatra de Cuautitlán Izcalli

**Todos los nombres fueron cambiados a solicitud de los testimonios y para proteger su identidad.

Diversas personas han denunciado a Rosa Barrancos, una mujer que dice ser psiquiatra y cuyos servicios los ha ofrecido dentro del municipio de Cuautitlán Izcalli. Los testimonios recabados por Periódico de Izcalli coinciden en que opera sin tener cédula profesional y que han encontrado similitudes en los medicamentos que receta.

Recientemente, su caso se ha expuesto a nivel nacional a través de Mr. Doctor, un youtuber y médico que ha hecho fuertes señalamientos sobre funcionarios que podrían estar coludidos con la “psiquiatra”.

“Me dio diagnóstico en la primer consulta”

Rosa Barrancos ofrecía sus servicios a través de la página de Facebook ‘Psiquiatría y Psicología Izcalli’, donde señalaba contar con 25 años de experiencia y más de 3 mil pacientes “sanos y saludables”.

Mediante esta red social habría sido contactada por algunos de sus pacientes. Tal es el caso de Heriberto, quien fue su paciente en el año 2021 y acudió con la mujer por problemas fuertes de depresión. “La psicoterapeuta me dijo que ella sospechaba que yo tenía distimia, que es un tipo de depresión ya muy crónica. Me dio la indicación de acudir a una valoración psiquiátrica para checar si debía tomar antidepresivos”.

Heriberto vivía en ese entonces en Tepotzotlán, por lo que buscó a través de Google Maps una clínica psiquiátrica que no estuviera lejos de su domicilio, fue así como llegó con Rosa Barrancos, quien en ese entonces atendía en calle Camino a la Mina del fraccionamiento Urbi Quinta Montecarlo. “En ese entonces se llamaba ‘Clínica de salud mental y emocional’ […] Llamé y me dijeron que la psiquiatra que atendía ahí era directora del área de psiquiatría del Hospital Español y, un dato muy importante, que el precio de la consulta incluía los medicamentos”, todo eso por mil 200 pesos, relató.

La víctima acudió a su primera sesión, en la que aseguró haber contado cosas muy íntimas. Además, recordó que ese día Rosa le habría hecho ingerir una pastilla. “Recuerdo que muy rápido me sentí relajado” y continuó la sesión. “Durante la sesión ella me diagnóstico con Trastorno Obsesivo Compulsivo y con Depresión”, refirió Heriberto.

Al terminar la consulta, Rosa presuntamente le habría entregado medicamento, entre ellos clonazepam, el cual estaría recetado en altas dosis. Estas decisiones serían parte de su modus operandi, pues el afectado comentó que, al platicar y conocer con otras de sus víctimas, les habría hecho lo mismo.

Heriberto refirió que después mudó su “consultorio” hacia el residencial Sittia y tras notar ciertas inconsistencias en su actuar, comenzó a investigarla en el Registro Nacional de Profesionalistas, en las que no aparecía ninguna cédula profesional con su nombre y que tampoco trabajaba en el Hospital Español. Fue en ese momento que decidió cortar todo contacto con Rosa.

Esta situación, sostuvo, lo orilló a advertir escribiendo una reseña de Google de la supuesta clínica, a otras personas sobre lo que había vivido con la pseudo psiquiatra. No obstante, días después presuntamente fue contactado por su abogado para exigirle que borrara el comentario o de lo contrario sería demandado por “difamación, ataque y misoginia”.

Finalmente, Heriberto reconoció que no denunció por miedo, ya que teme que esta mujer tenga algún tipo de nexo con personas “poderosas” o de índole criminal.

Clonazepam, el común denominador de las recetas de Rosa Barrancos

Otro caso fue el de Adriana, quien comentó que su sobrina fue víctima de Rosa Barrancos. Llegó a consulta a través de su página web, la cual contaba “con muy buenas referencias”, relató.

“Le hace una sola entrevista y de ahí ella determina una enfermedad TDA, porque nunca le hizo un estudio médico para determinar que realmente tuviera ese padecimiento. Confiando de que es una profesional le recetó unos medicamentos: Sertralina, epival, seroquel y clonazepam”, detalló Adriana.

La afectada habría tomado los medicamentos recetados, sin embargo, no se sintió bien, por lo que habrá tenido que acudir a una segunda cita, en la que le cambiaron

La confianza ante sus supuesta credenciales y experiencia, hicieron que Adriana recomendara a Rosa Barrancos para que atendiera a otro de sus sobrinos, de 20 años de edad, mismo que fue diagnosticado, también en la primera cita, con ansiedad y depresión, según explicó.

Las dudas comenzaron a surgir cuando Adriana se percató que ambas recetas tenían escrito el mismo medicamento, con las mismas dosis y en el mismo orden.

“Se le decía a esta señora que no funcionaban, que no veían mejora. De hecho, la mamá de mi sobrino le dijo que no lo veía bien, que no se levantaba a la escuela, que le costaba muchísimo trabajo despertarse al otro día”. La justificación de Rosa habría sido un “es normal” y que prefería que recuperara todo el sueño perdido y que su salud era primero, narró Adriana.

Adriana también investigó sus cédulas profesionales, encontrándose con la sorpresa de que Rosa no cuenta con ningún registro profesional que la acredite como psiquiatra. Al encararla sobre sus estudios, la mujer supuestamente dijo que “estudio en España, que tiene sus estudios en el extranjero”.

Respecto al por qué sus recetas no eran válidas, Barrancos habría dicho molesta “sí se las tienen que vender, lo que pasa es que hay farmacias como que muy estrictas y si les falta una letrita no se las surten”; Adriana retó a que le hiciera una en ese momento y que fueran a surtirla en una farmacia de cadena.

Cabe mencionar, que en este caso también cambió de domicilio, la primera consulta fue en un domicilio de la calle Ático en la colonia Atlanta y el segundo fue en la calle Ixtapaluca de la colonia Cumbria. Esto sucedió en 2024.

Luego del altercado, Adriana sugirió dejar de acudir a las citas y tomó la decisión de exponer el caso mediante un grupo de Facebook; otras víctimas comenzaron a acercarse a ella contando experiencias muy similares y pese a que algunas supuestamente alzaron la voz, nada, hasta entonces había sucedido.

“Cuando la fuimos a enfrentar, después mandó un mensaje de WhatsApp a mi hermano y lo quiso chantajear. Le dijo ‘yo no quería perjudicarlo, pero la chica refiere que todos sus problemas son por su culpa porque usted es un alcohólico’. Lo que ella no se esperaba es que mi hermano no es el papá, por lo que el señor le replicó que, si eso era parte de un chantaje”, a lo que Barrancos le habría respondido que no, “pero que no quería ventilarlo”, puntualizó Adriana.

Finalmente, Adriana insistió en que Rosa Barrancos es un “peligro”. “Se la pasa sobornando a la gente, amedrentándola, los victimiza. Hay una chica a la que le daba 8 pastillas de clonazepam diarias”.

Sin justicia para las víctimas

Pese a que se han hecho denuncias en contra de Rosa Barrancos, que datan del año pasado, sigue sin ser detenida. La última ubicación de su consultorio se situaba en avenida Constitución s/n, de la colonia Colinas del Lago.

Respecto al tema, el alcalde de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano, se posicionó al respecto, señalando que “si se trataba de una investigación ante las fiscalías, nosotros no tenemos atribuciones judiciales”, subrayando que se le daría el apoyo mientras esté a su alcance y compartió que, la intervención desde el ámbito municipal, sería en el funcionamiento o no de una unidad económica, pero que no cuentan con denuncias aún, dijo el Presidente Municipal.

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